Tos con flema amarilla: causas, tratamiento y remedios
La mucosidad o flema es un fluido transparente incoloro que nos ayuda a mantener bien humedecido el tejido de las vías respiratorias. No obstante, cuando este fluido cambia su aspecto y adquiere una coloración o una consistencia determinadas puede alertarnos de la presencia de una infección o de algún problema de salud. La flema amarilla, concretamente, suele señalar que existe una infección a nivel de los senos paranasales, los pulmones o el tracto respiratorio superior y, en muchas ocasiones, va acompañada de tos constante. En este artículo de ONsalus, vamos a explicar cuáles son todas las causas de la tos con flema amarilla para que podamos saber qué enfermedad o afección nos está provocando dicho síntoma y, además, mostraremos cuál es el tratamiento a seguir en cada caso y qué remedios caseros podemos utilizar para eliminar la mucosidad con mayor rapidez.
Por qué tengo tos con flema amarilla - causas
Cuando el moco adquiere una coloración amarilla es una señal de que el cuerpo está tratando de luchar contra algún tipo de infección o virus que está comprometiendo la salud de los senos paranasales, el tracto respiratorio superior o los pulmones. Esa tonalidad amarillenta o verdosa de las flemas proviene, concretamente, de los glóbulos blancos, y es que cuando hay una infección, el cuerpo envía estas células para combatir las bacterias o virus y dichas células poseen una enzima verdosa, motivo por el cual cuando hay muchos glóbulos blancos, la mucosidad adquiere un color amarillento que puede progresar a verde a medida que la infección avanza y progresa.
Seguidamente, mostramos cuáles son las enfermedades o afecciones más comunes que pueden causar flema amarilla:
Bronquitis
La bronquitis es la inflamación de los bronquios, que son los conductos que llevan el aire a los pulmones. La forma más frecuente de esta afección es la llamada bronquitis aguda, la cual puede estar causada por infecciones bacterianas, los mismos virus que causan los resfriados y la gripe o los irritantes pulmonares como, por ejemplo, el humo del tabaco, el polvo, los gases, contaminación del aire, etc. Entre los principales síntomas de la bronquitis aguda, se encuentran los siguientes:
- Tos seca y persistente con o sin flemas. Si con el tiempo aparece la tos con flema amarilla es signo de que la bronquitis puede estar evolucionando de viral a bacteriana.
- Sibilancias.
- Presión en el pecho.
- Dificultad para respirar.
- Falta de aliento.
- Fiebre leve.
Sinusitis
Una mucosidad amarilla y espesa también puede estar causada por sinusitis. Esta es la inflamación e infección de los senos paranasales, los cuales son unas cavidades huecas por las que pasa el aire por el interior de los huesos que rodean la nariz. Puede estar causada por un resfriado que luego se convierte en una infección bacteriana, alergias, obstrucción de senos paranasales por problemas anatómicos (tabique desviado, pólipos nasales, etc.), vegetaciones, etc. Sus síntomas frecuentes son:
- Dolor o presión en las mejillas, frente, nariz o entre los ojos.
- Dolores de cabeza.
- Congestión nasal.
- Tos.
- Expulsión de mucosidad blanca o amarillo-verdosa.
- Goteo retronasal: mucosidad en la parte posterior de la garganta.
- Sensibilidad facial.
- Mal aliento.
- Disminución de los sentidos del gusto y el olfato.
- Dolor de garganta.
- Fatiga.
Neumonía
La neumonía es la inflamación del tejido pulmonar debido a la presencia de un agente infeccioso. Suele estar causada por agentes infecciosos como las bacterias streptococcus pneumoniae, hemophilus influenzae, legionella y mycoplasma; virus como el de la gripe y el de la varicela; hongos como el penumocystis jiroveci. Los síntomas que presenta un paciente con neumonía son:
- Tos, la cual puede estar acompañada de flema amarilla o verdosa y en algunos casos incluso con un poco de sangre.
- Dolor torácico.
- Dificultad para respirar bien.
- Fiebre.
- Temblores y escalofríos.
Algunos pacientes también manifiestan sudoración excesiva, dolor de cabeza, pérdida de apetito, fatiga y malestar.
EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad inflamatoria crónica de los pulmones que ocasiona dificultades para respirar con normalidad debido a la obstrucción del flujo de aire desde los pulmones. Suele estar causada por una exposición prolongada a gases o partículas irritantes como el humo del cigarro y la bronquitis crónica y el enfisema son dos de las enfermedades frecuente que pueden contribuir al padecimiento de EPOC. Entre sus síntomas, pueden encontrarse los siguientes:
- Dificultades para respirar.
- Sibilancias.
- Presión torácica.
- Tos crónica que puede ir acompañada de flema, que puede ser desde transparente hasta blanca, amarilla o verdosa.
- Infecciones respiratorias frecuentes.
- Pérdida de peso.
- Falta de energía.
Es importante señalar que los síntomas de esta enfermedad aparecen cuando ya existe un daño significativo y que van empeorando con el paso del tiempo.
Fibrosis quística
La fibrosis quística es una enfermedad pulmonar crónica y potencialmente mortal que ocasiona la acumulación de moco espeso y pegajoso en los pulmones, el tracto digestivos y otras partes del cuerpo. Se trata de una enfermedad hereditaria causada por un gen defectuoso que hace que el cuerpo produzca moco en exceso y que este se acumule en las vías respiratorias y en el páncreas. Entre los síntomas que provoca, están:
- En recién nacidos: retraso en el crecimiento, dificultad o incapacidad para aumentar de peso, piel con sabor salado, ausencia de deposiciones durante las primeras 24 o 48 h de vida.
- A nivel respiratorio: infecciones respiratorias, congestión nasal, tos con flema, dolores sinusales.
- A nivel intestinal: dolor abdominal, gases, hinchazón abdominal, náuseas, pérdida de apetito, heces pálidas, pérdida de peso.
- Posteriormente, se puede presentar esterilidad (hombres), dedos malformados y pancreatitis.
Tratamiento de la tos con flema amarilla
El tratamiento de la tos con flema amarilla dependerá en cada caso de la causa que esté originando este síntoma. Por ello, es conveniente acudir al médico y seguir sus indicaciones para tratar con éxito la enfermedad o afección que esté detrás de la tos y la expulsión de mucosidad amarilla.
A continuación, mostramos cuáles son los tratamientos que se suelen recomendar para las afecciones que hemos citado anteriormente y que pueden ser el origen de la tos con mocos amarillos.
Tratamiento de la bronquitis
Si la tos con flema amarilla está causada por un cuadro de bronquitis aguda, el especialista recomendará un tratamiento destinado a aliviar los síntomas, el cual puede incluir lo siguiente:
- Medicamentos analgésicos: para aliviar las molestias, reducir el dolor y la fiebre.
- Antiinflamatorios: para reducir el dolor y la inflamación.
- Antitusivos en el caso de que haya tos seca.
- Broncodilatadores: en caso de jadeos o sibilancias para ayudar a abrir las vías respiratorias.
- Antibióticos: solo en casos de bronquitis causadas por bacterias.
Además de lo anterior, es aconsejable que el paciente descanse, aumente el consumo de líquidos saludables, como agua e infusiones naturales, y utilice un humidificador en el hogar para aumentar la humedad del ambiente.
Tratamiento de la sinusitis
Para aliviar los síntomas de sinusitis, el especialista puede recomendar el uso de aerosoles nasales con solución salina, corticoesteroides nasales para prevenir y tratar la inflamación, descongestionantes nasales y analgésicos. Los medicamentos antibióticos pueden ser necesarios únicamente en caso de sinusitis aguda bacteriana grave o que empeora. También se pueden recetar antialérgicos si la causa de la bronquitis es una alergia.
En el siguiente artículo, mostramos algunos buenos remedios naturales para la sinusitis.
Tratamiento de la neumonía
El tratamiento de la neumonía se determina en función de la gravedad de los síntomas, pues en algunos casos solo se requiere un tratamiento ambulatorio mientras que en otros es necesario el ingreso hospitalario si hay factores de gravedad. Para tratar esta enfermedad, se recetan medicamentos antibióticos para curar la infección pulmonar. Estos suelen administrarse por vía oral, pero si el paciente se encuentra hospitalizado, pueden administrarse por vía intravenosa, además de otros tratamientos respiratorios o oxigenoterapia.
Es importante, además, mantenerse bien hidratado, hacer reposo, evitar los esfuerzos físico y utilizar humidificador en la habitación.
Tratamiento de EPOC
No existe una cura definitiva para la EPOC, no obstante, para el alivio de los síntomas que provoca, el especialista puede recomendar lo siguiente:
- Dejar de fumar por completo para evitar que la EPOC empeore.
- Medicamentos: se pueden recetar broncodilatadores, esteroides inhalados u orales, antiinflamatorios, antibióticos.
- Terapias pulmonares: oxigenoterapia, programa de rehabilitación pulmonar.
- Cirugía en caso de enfisema pulmonar grave que no responde a los medicamentos.
Tratamiento de la fibrosis quística
Un diagnóstico temprano de la fibrosis quística es necesario para mejorar la supervivencia y calidad de vida de los afectados. El tratamiento de esta enfermedad puede incluir lo siguiente:
- Tratamiento de problemas pulmonares y respiratorios: antbióticos por vía oral, inhalada o intravenosa, inhaladores nasales, soluciones mucolíticas, oxigenoterapia, fisioterapira respiratoria, administración de las vacunas antigripal y antineumocócica de polisacáridos anualmente.
- Tratamiento de problemas intestinales: llevar una alimentación muy rica en vitaminas y proteínas, consumir enzimas pancreáticas, suplementos vitamínicos, insulina.
Remedios caseros para los tos con flema amarilla
Entre los remedios naturales efectivos para eliminar la flema amarilla y calmar la tos al mismo tiempo, destacan los siguientes:
- Vapores de agua caliente con eucalipto o menta: llenar una olla con agua y ponerla en el fuego para que hierva. Cuando hierva, añadir unas hojas de eucalipto o de menta y dejar cocinar durante 10 minutos. Luego, colocar la olla sobre una mesa y aproximar la cara para inhalar los vapores calientes que desprende durante unos 10 minutos.
- Infusiones buenas para eliminar la flema amarilla: tomillo, jengibre y romero. Todas ellas tienen propiedades expectorantes naturales.
- Miel y limón: en 1 taza de agua caliente, agregar el jugo de 1/2 limón recién exprimido y 1 cucharada de miel. El limón es expectorante y la miel actúa como un potente antibiótico natural.
- Cebolla: cortar una cebolla en distintos trozos y colocarlos en un recipiente para, luego, poner el recipiente sobre la mesita de noche e inhalar los vapores que va desprendiendo durante las horas de sueño.
En el siguiente artículo, mostramos más remedios caseros para los mocos.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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