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Diferencias entre piel atópica y piel seca

 
Vitae Health Innovation
Por Vitae Health Innovation. 31 octubre 2023
Diferencias entre piel atópica y piel seca

La piel es nuestra primera barrera protectora ante los agentes externos, por eso es importante cuidarla para mantener su integridad y que pueda cumplir con su función. Algunas afecciones bastante comunes pueden dañarla y causarnos molestias, como es el caso de la piel atópica o de la piel seca. Aunque existen diferencias claras entre ambas, tienen en común que pueden mejorar con el uso de productos hidratantes, como es el caso de OlioVita Repair de Vitae, un bálsamo específico que repara e hidrata las pieles extremadamente secas, mejora las grietas, las quemaduras y las estrías y reduce las cicatrices. Está hecha con ingredientes naturales, escogidos por sus propiedades beneficiosas para la piel, como son el extracto de espino amarillo, el extracto de centella asiática, el extracto de malva, el ácido hialurónico, el aceite de argán, el aceite de sésamo o los péptidos calmantes. No contiene perfumes ni parabenos. En el siguiente artículo hablamos de las diferencias entre piel atópica y piel seca y, sobre todo, profundizamos en su tratamiento.

Índice

  1. ¿Qué es la piel atópica?
  2. ¿Qué es la piel seca?
  3. Tratamiento de la piel atópica y de la piel seca
  4. Recomendaciones para el cuidado de la piel atópica y seca

¿Qué es la piel atópica?

La piel atópica es el nombre con el que se conoce una enfermedad cutánea que se caracteriza por la sequedad. Esta acaba por producir signos clínicos como descamación, inflamación, grietas, irritación y picor. La piel atópica parece tener un origen genético y, en concreto, se debe a que la piel no es capaz de mantener su humedad, lo que compromete su función protectora ante agentes externos, a la vez que favorece la aparición de los signos clínicos que hemos mencionado. Pueden identificarse factores desencadenantes, como sequedad e infecciones en la piel, estrés, uso de perfumes, exposición a químicos irritantes, frío, etc. Es un proceso crónico que acostumbra a atravesar fases de empeoramiento e iniciarse en la infancia.

¿Qué es la piel seca?

Por su parte, la piel seca puede aparecer de forma puntual o estacional y a cualquier edad, siempre que, por diferentes circunstancias, la piel pierda humedad y, en consecuencia, hidratación. Estas circunstancias pueden ser factores ambientales, como el calor o el frío, una dieta inadecuada, el lavado excesivo, el uso de productos agresivos, el envejecimiento o la deshidratación. La piel seca se ve enrojecida, rugosa, descamada, tirante y puede picar, agrietarse y doler. Es posible padecer de piel seca sin tener piel atópica, pero es cierto que la sequedad de la piel puede acabar por desencadenar atopia. La piel seca también se denomina xerosis o xerodermia.

Tratamiento de la piel atópica y de la piel seca

Vistas las principales diferencias entre piel atópica y piel seca, debemos saber que ambos trastornos pueden beneficiarse de la aplicación de bálsamos hidratantes específicos, ya que mantener la piel bien hidratada es básico para su cuidado en estas circunstancias. Este tipo de bálsamos, gracias a sus componentes, aportan los siguientes beneficios para el tratamiento de estas afecciones:

  • Protección de la barrera cutánea ante factores externos que acentúan la pérdida de humedad, como puede ser el frío.
  • Hidratación, lubricación y humectación.
  • Alivio de los signos clínicos asociados, como la irritación, el enrojecimiento o la sensibilidad.
  • Disminución de la inflamación.
  • Reparación de lesiones y tejidos.
  • Regeneración cutánea.
  • Cicatrización.
  • Efecto calmante.
  • Aumento de la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la estructura y la flexibilidad de la piel.
  • En algunos casos, actividad antimicrobiana, lo que ayuda a evitar que se produzcan infecciones durante el proceso de cicatrización.
  • Aporte de antioxidantes que combaten los radicales libres implicados en el envejecimiento de la piel.

Se recomienda la aplicación de este tipo de bálsamos 1-2 veces al día, en función de las necesidades de la piel. Suelen ser aptos para las diferentes partes del cuerpo, ya se apliquen sobre la piel sana, a modo de prevención, o sobre la piel ya dañada. Hay que señalar que, en los casos de piel atópica, es posible que el médico recete algún medicamento. Siempre debe ser este profesional quien valore y prescriba el fármaco más adecuado, de ser necesario.

Recomendaciones para el cuidado de la piel atópica y seca

Además del uso diario de bálsamos específicos que hemos visto beneficiosos para contribuir a la hidratación, la regeneración y el alivio de la sintomatología, podemos adoptar otras medidas para proteger y cuidar la piel, de forma que nos ayuden a prevenir y a tratar la sequedad y la atopia. Destacamos:

  • Cuida los productos que utilices: lee siempre los ingredientes y asegúrate de que son aptos para tu piel. Evita los componentes más agresivos, ya que pueden producir daños. Decántate por jabones suaves y usa guantes para limpiar, realizar trabajos de jardinería, etc.
  • Protégete del sol: la radiación solar puede afectar negativamente a la piel, de ahí que sea recomendable utilizar siempre protectores solares, evitar una exposición excesiva, aplicar productos de alta protección respetando las indicaciones del fabricante, etc. Además del sol, evita las inclemencias del clima cubriéndote todo lo posible con gorros, guantes, bufandas, etc.
  • Lávate con agua tibia: el agua caliente contribuye a que la piel se reseque todavía más. Mejor usa agua tibia y no excedas de diez minutos en la ducha. También es importante realizar el secado con una toalla suave y sin frotar en exceso.
  • Aliméntate bien: la piel no solo se protege desde el exterior, sino que la dieta es imprescindible para su buena salud. Sigue una alimentación equilibrada, rica en ácidos grasos, antioxidantes y vitaminas, y no olvides beber suficientes líquidos.
  • Reduce en lo posible el estrés: el estrés intenso y prolongado en el tiempo junto a la falta de descanso perjudican el estado de la piel. Respeta las horas de sueño y maneja el estrés con prácticas como la meditación o el yoga.
  • Elimina hábitos poco saludables: el tabaco y el alcohol son elementos que perjudican la salud de la piel, de ahí que debamos evitar su consumo o, al menos, reducirlo al máximo.
  • Vístete con tejidos naturales: es preferible utilizar prendas de ropa de materiales que permitan la transpiración de la piel, como el algodón. Además, lávalas con detergentes neutros, sin perfumes ni colorantes artificiales.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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