Herpes genital: síntomas y tratamiento
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual ocasionada por el virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2, que puede transmitirse mediante el sexo oral o el intercambio de fluidos producido en encuentros sexuales sin protección. Se trata de una condición que no siempre resulta fácil de detectar, sin embargo es importante hacerlo con el fin de evitar contagiar a parejas futuras y garantizar al mismo tiempo nuestra salud íntima. En este artículo de ONsalus te explicamos con detalle la forma de contagio, los síntomas y el tratamiento del herpes genital.
¿Cómo se contagia el herpes genital?
El contagio del herpes genital puede producirse debido a dos tipos de virus:
- Herpes simple tipo 1: normalmente afecta la boca y los labios, sin embargo si el portador tiene sexo oral mientras las llagas están presentes, puede transmitir el virus a la zona genital.
- Herpes simple tipo 2: es el causante propiamente del herpes genital y se transmite mediante el contacto sexual.
Esta enfermedad de transmisión sexual (ETS) se contagia mediante la penetración vaginal o anal sin protección, así como el sexo oral con alguien que cuente con esta condición. En el caso de ambos tipos de virus, si el portador en ese momento posee llagas que no se encuentran secas, el líquido de las mismas transmitirá el virus al entrar en contacto con la piel. Además el virus puede transmitirse también aunque no hayan úlceras, por lo tanto en muchas ocasiones el portador no sabe que cuenta con esta condición.
Síntomas del herpes genital
Como sucede con otras ETS como la clamidia o la gonorrea, muchas veces el herpes genital no presenta síntomas ni úlceras o, en el caso de aparece algunas manifestaciones, es común que el afectado las confunda con otra condición sin prestarle mayor atención.
El primer brote de herpes genital, que suele presentarse entre 2 días y 2 semanas después del contagio, puede presentar síntomas que suelen confundirse con los de una gripe, entre ellos se manifiesta:
- Fiebre.
- Malestar general.
- Dolores musculares especialmente en la lumbar, los glúteos, los muslos o las rodillas.
- Inflamación y molestia en los ganglios linfáticos de la ingle.
Adicionalmente se pueden presentar estas señales genitales:
- En las mujeres: ampollas pequeñas y dolorosas ubicadas en los labios externos, en la vagina, entorno al ano, en los glúteos o los muslos.
- En los hombres: ampollas igualmente pequeñas y dolorosas ubicadas en el pene, el escroto, entorno al ano, en los glúteos o los muslos.
Las ampollas son dolorosas y están llenas de un líquido claro, previo a su aparición el paciente puede experimentar dolor, ardor y comezón en la zona, similar a lo que se siente en los casos de herpes labial o bucal. Estos síntomas se presentarán cada vez que haya un brote, sin embargo suelen hacerlo con una intensidad menor.
En el caso de que se detecte la aparición de este tipo de ampollas en las zonas descritas anteriormente, se debe suspender cualquier tipo de encuentro sexual y acudir de inmediato a un ginecólogo o urólogo, según sea el caso.
Tratamiento del herpes genital
Lamentablemente, y al igual que ocurre con otros tipos de herpes, el herpes genital no tiene cura, los tratamientos empleados se usan para reducir la intensidad o frecuencia de los brotes.
Los medicamentos comúnmente recetados para esta condición son antivirales como el aciclovir o el valaciclovir que ayudarán a disminuir el ardor, dolor y molestias producidos por las ampollas. En algunos casos pueden recetarse por un período más largo de tiempo para disminuir la frecuencia o duración de los brotes cuando estos se presentan con mucha frecuencia.
Muchas personas que padecen herpes genital sufren de un único brote y no vuelven a padecerlo nunca más, mientras que otras tienen síntomas con cierta frecuencia, en esos casos el tratamiento se debe iniciar apenas aparecen las primeras molestias. Se debe evitar todo tipo de contacto sexual durante estos episodios, además es oportuno informar a tu pareja que padeces esta condición para tomar las medidas necesarias.
Claves para evitar contagiar a otro con herpes genital
Una vez que hemos sido diagnosticados con esta condición es fundamental hablarlo con nuestra pareja, independientemente de que nunca haya manifestado los síntomas. Además, y con el fin de evitar contagiar a más personas, es oportuno:
- Evitar el contacto íntimo y sexual cuando se presenten los brotes de esta condición, o se comiencen a manifestar las señales que indican la futura aparición de los síntomas.
- Usar preservativo de látex tanto masculino como femenino en los encuentros sexuales ayuda a prevenir la infección, pues hay una posibilidad de que el virus se transmita aunque no haya ampollas.
- Si además se manifiesta herpes bucal o labial, se debe limitar el contacto íntimo especialmente con el área genital.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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