Mastitis subaguda: causas, síntomas y tratamiento
Durante el período de lactancia, las mujeres pueden presentar algunas molestias que pueden durar días, semanas o incluso meses. Esto puede deberse a problemas durante o después de la lactancia.
La mastitis subaguda es difícil de diagnosticar y puede ser una de las razones por las que algunas madres consideran abandonar la lactancia. Si aparecen algunos de los síntomas asociados a esta afección, es importante acudir al médico, quien se encargará de realizar el diagnóstico y recomendar el tratamiento adecuado según los síntomas que presentes.
Para que conozcas más sobre este tema, te invitamos a continuar la lectura de este artículo de ONsalus, donde aprenderás todo sobre la mastitis subaguda: sus causas, los síntomas que la acompañan y su tratamiento.
Qué es mastitis subaguda
La mastitis subaguda, también conocida como disbiosis mamaria, es un desequilibrio de la flora bacteriana en la mama, similar a la vaginosis bacteriana. Existen microorganismos beneficiosos que ayudan a mantener el equilibrio necesario para que la mama se mantenga saludable.
Por diversos motivos, este equilibrio puede alterarse durante la lactancia materna cuando ciertos microorganismos aumentan y comienzan a acumularse en los conductos por donde sale la leche. Esto, junto con otras sustancias, puede provocar un estrechamiento de los conductos, haciendo que la leche fluya lentamente y ocasionando una obstrucción parcial o total de los conductos galactóforos, lo que da lugar a lo que se conoce como mastitis subaguda.
Causas de mastitis subaguda
Existen diferentes causas capaces de ocasionar la mastitis subaguda, entre estas se encuentran:
- Mal agarre del bebé al momento de recibir la lactancia: el agarre del pezón por parte del bebé puede hacer que salga menos leche, lo cual puede afectar aún más la mastitis.
- Bacterias presentes en la leche materna: son las causantes del desequilibrio de la flora bacteriana. En algunos cultivos se pueden hacer presentes especies de Staphylococcus y/o Streptococcus, en los cuales se indicará el antibiótico al cual sea susceptible. En algunos casos, el cultivo puede resultar negativo a pesar de la clínica que presente la paciente.
- Pacientes con exposición previa a antibióticos: quienes sufren de mastitis recurrentes, hiperlactación o extracción exclusiva de leche son propensas a padecer mastitis subaguda.
Cuáles son los síntomas de mastitis subaguda
La mastitis subaguda se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Dolor intenso en la mama.
- Pinchazos, calambres o ardor.
- Sensación de plenitud.
- Leve enrojecimiento.
- Inflamación de la mama.
- Lactancia dolorosa.
- Ampollas en los pezones, las cuales resultan muy dolorosas.
En algunos casos, los pezones pueden estar más rosados de lo normal, aparecer ampollas o heridas de leche que no se curan o tardan en hacerlo, muchas de ellas aparecen y desaparecen con frecuencia.
Tratamiento de la mastitis subaguda
El tratamiento de la mastitis subaguda se basa en la toma de probióticos, que son microorganismos vivos cuyo objetivo es mejorar la flora bacteriana en una zona específica del organismo, permitiendo una mejoría en poco tiempo.
Los probióticos utilizados para la mastitis subaguda son el Lactobacillus fermentum y el Lactobacillus salivarius, ambos efectivos en la mayoría de los casos. Sin embargo, entre un 60 % y un 80 % de las veces, el tratamiento con probióticos puede no funcionar. Esto suele ocurrir cuando uno de los microorganismos se desarrolla de forma excesiva, impidiendo la efectividad del tratamiento. En estos casos, es necesario realizar un cultivo de la leche.
Para realizar el cultivo, se debe extraer una muestra de leche de cada mama por separado y almacenarla en un recipiente estéril, que se enviará al laboratorio para identificar los microorganismos presentes y su cantidad, con el fin de indicar el antibiótico adecuado para esta situación.
Otros consejos en caso de mastitis subaguda
- Revisa la técnica de la lactancia materna: es importante que tengas en cuenta que las mamas nunca deben doler, ni en el momento en que el bebé toma el pezón ni después de amamantar. Evalúa la boca del bebé para ver cómo es la movilidad de su lengua. Si mejoras la técnica y disminuye el dolor durante la lactancia, es posible que no requieras de tratamiento.
- Si presentas dolor en los pezones y heridas, lávalos dos o tres veces al día con agua y jabón neutro, debes secarlos con toallas de papel desechables y mantenerlos limpios durante el día.
- Ante la presencia de una o más ampollas de leche, es recomendable que no las toques, ya que todo el conducto puede estar lleno de bacterias. Si no los tocas, las molestias mejorarán, incluso evitarás la contaminación.
En caso de que persistan las molestias, debes acudir al médico.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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- Arias, P. V., Garrido, E. R., & Moya, J. I. (2022). Manejo de la mastitis subaguda: probióticos vs antibiótico. Paraninfo Digital, e34024d-e34024d.
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