Neuralgia occipital: síntomas y tratamiento

La neuralgia occipital frecuentemente puede ser confundida con otra afección, ya que exhiben indicios similares, por lo que se debe hacer una serie de pruebas para diagnosticarla correctamente. Entre los principales síntomas se encuentran:

• Dolor: uno de los síntomas más característicos de la neuralgia occipital es el dolor que se presenta en la parte de atrás de la cabeza, donde se ubican los nervios occipitales, y que muchas veces se expande hasta la zona frontal. Este dolor puede ser muy intenso, con una sensación de punzadas y episodios de dolor quemante, en ocasiones también puede provocar adormecimiento en la zona afectada. Este dolor se produce cuando el nervio occipital está comprimido, al inclinar lateralmente la columna cervical o rotarla, incluso puede ser muy doloroso el solo hecho de apoyar la cabeza sobre la almohada a la hora de dormir.

• Alteración de la sensibilidad de la zona occipital: la piel que recubre el área tiende a volverse muy sensible al tacto. Ante cualquier estímulo sobre los nervios occipitales puede desencadenar hormigueos, sensación de punzadas o ardor, adormecimiento o irritación. También puede haber una disminución o pérdida parcial de la sensibilidad, es decir, no habrá una respuesta de acción ante estímulos que causen dolor, vibración o a los cambios de temperatura.

• Dolor o molestias en la zona posterior de los ojos: Aunque no es un síntoma que siempre se presente, es posible que ocurra al extenderse la dolencia al área frontal de la cabeza.

Es primordial que consultes con el médico si presentas alguna dolencia recurrente que involucra alguna zona de la cabeza. Si te diagnostican apropiadamente neuralgia occipital, te indicará el mejor tratamiento después de examinar tu condición.

En términos generales, para tratar la neuralgia occipital se recurre a:

• Fármacos contra el dolor: dependiendo de la intensidad del dolor y el estado del mismo, se recomienda más un medicamento que otro, la dosis igualmente puede variar para cada persona y condición.

• Bloquear el nervio: es una manera muy efectiva de controlar la afección, consiste en inyectar corticoides, alcohol o anestésicos, como lidocaína o bupivacaína, en el punto más sensible del nervio occipital. Se recomienda dar unos ligeros masajes para propagar la solución. Actúa de inmediato, por lo que a los pocos minutos ya se tendrá una sensación de bienestar que puede durar meses o años, pero suele ser necesario aplicar nuevamente.

• Cirugía del nervio: en el caso de que ningún otro tratamiento haya funcionado se requerirá la intervención quirúrgica, para ello se corta una sección del nervio occipital, dando como resultado un alivio total en la mayoría de los pacientes, pero con la posibilidad de resurgir a causa de una condición más profunda. Además, se llega a perder la sensibilidad en la zona involucrada.

La neuralgia occipital no es un padecimiento mortal ni puede desencadenar alguna otra afección que pueda poner en peligro tu vida. Y la mayoría responderán al tratamiento recomendado por el médico, pero pueden aumentar su frecuencia a medida que envejecemos. En otros casos esta dolencia puede mejorar por sí sola o desaparecer con el tiempo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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