Pérdida de apetito en los niños: causas y tratamiento
Si te has dado cuenta de que, últimamente, tu hijo tiene menos apetito a la hora de comer, no te preocupes ya que es un hecho que suele ocurrir entre los 3 y los 4 años de edad. Su ritmo de crecimiento es más lento en esta etapa por lo que el niño necesita menos calorías, con lo cual tiene menos hambre.
Por eso, no debemos alarmarnos ni, mucho menos, obligarle a comer. Recuerda que la alimentación forzada es contraproducente pues hará que tu hijo entienda la comida como un castigo y se negará sistemáticamente a comer. En este artículo de ONsalus vamos a descubrirte las causas y tratamiento pérdida de apetito en los niños.
Causas de la pérdida de apetito en los niños
Durante los 3 a 5 años lo más habitual es que el niño experimente una pérdida de apetito. Se trata, pues, de una situación habitual que afecta a la mayoría de los infantes y que no tiene que ocasionarnos una gran preocupación. Sobre todo, tenemos que fijarnos en que nuestro pequeño siga manteniendo niveles óptimos de energía y que su crecimiento siga siendo normal; en caso de que notes algún tipo de anomalía, lo mejor es que acudas al pediatra para que le hagan un examen.
Dentro de las causas de la pérdida de apetito en los niños cabe destacar que, esta situación ocurre porque, sobre todo, su crecimiento se ralentiza, es decir, ya no necesitan tanta energía (calorías) y, por tanto, su cuerpo le pide una cantidad menor de alimentos.
Así pues, es importante que NO fuerces a tu hijo a comer en esta etapa porque, si lo haces, puedes afectarle negativamente a su salud. Lo mejor es que, en caso de dudas, lo lleves al pediatra para que le haga un examen y te indique si hay, o no, motivos para preocuparse.
Cómo tratar la pérdida de apetito
Para tratar la pérdida de apetito en los niños lo que tenemos que hacer es dejarle un poco de libertad para que él sea el que escoja la cantidad de comida que quiere ingerir. Tenemos que revisar que coma variado y suficiente pero, como ya hemos dicho, tenemos que tener presente que en esta etapa es normal que coma en menores cantidades.
Dicho esto, para estimularle el apetito a tu hijo y, por tanto, hacer que coma un poco más y más saludable, te recomendamos que sigas estas recomendaciones:
- 5 comidas al día: es importante repartir la cantidad de alimento durante diferentes momentos del día para que, así, las porciones sean más pequeñas y tu hijo esté bien alimentado durante todo el día.
- Nada de picoteo: si aún queda 1 hora para comer y tu hijo te está pidiendo algo para picar, es mejor que le prepares ya la comida que no que sacies su apetito con un zumo o galleta porque, de este modo, hará que llegue a la hora de comer sin hambre y, por tanto, coma mal.
- Limita la leche: es muy común que, durante la infancia, los padres den leche a sus hijos porque consideran que esta bebida les ayuda en sus huesos y en su crecimiento. Y, aunque esto es cierto, tampoco debemos pasarnos ni darles más de 2 tazas diarias, o lo que es lo mismo, 500 ml porque es una bebida muy calórica y saciante que reducirá el apetito del niño.
Cómo controlar mejor la situación
Los niños comen la cantidad que su sistema regulador del apetito, localizado en el cerebro, les indica que han de comer para cubrir sus necesidades de crecimiento y energía, por eso, no hemos de preocuparnos si en torno a los 3 o 4 años muestra menos apetito.
Estas son algunas de las cosas que podemos hacer para controlar la situación:
- Evitemos el picoteo. Muchos niños no tienen hambre a la hora de la comida porque han picoteado entre horas. No le ofrezcas más de dos tentempiés nutritivos entre las comidas principales. Si tiene sed, es mejor que beba agua que zumo. - Si en alguna ocasión se salta una comida, no pasará nada.
- No le des de comer tú, si puede hacerlo solo. Si tiene hambre comerá por sí mismo.
- No le obligues a tomar demasiada leche. Le saciará y disminuirá su apetito para comer otras cosas que también necesita.
- Recuerda que las comidas han de ser un momento agradable. Deja que el niño participe de la conversación, evitando limitar el diálogo a los adultos. Y no le digas a tu hijo todo el rato que coma.
- No hables delante de él de lo poco que come, ni le elogies cuando coma todo lo que piensas que tiene que comer. Alábale si se porta bien en la mesa, si está tranquilamente sentado o si maneja bien los cubiertos. Deja la cantidad de comida que come a un lado.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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