Por qué dan cólicos después de tener relaciones

Las relaciones sexuales deberían ser placenteras y padecer dolores durante las mismas o tras ellas no es nada agradable. Entender las razones por las cuales esto sucede puede ayudarte a resolver el problema y a encontrar un camino para disfrutar de tus encuentros íntimos. Veamos a continuación cuáles son las posibles causas de los cólicos o dolores en el vientre después de tener relaciones:

Orgasmo

El orgasmo o clímax es el momento en el cual se alcanza el mayor placer sexual del encuentro. Se producen en respuesta unas contracciones involuntarias en la zona pélvica, las cuales pueden experimentarse de forma significativa y dar la sensación de padecer cólicos o dolores.

En ocasiones, las molestias se vuelven demasiado fuertes y muchas veces el componente emocional juega un papel muy importante. Si existen miedos, frustraciones o prohibiciones en cuanto a la relación, es posible que las sensaciones experimentadas no sean del todo placenteras. Trabajar esto puede hacer que resuelvas ese conflicto y mejores tus sensaciones durante el sexo.

Inclinación uterina

Algunas mujeres tienen el útero más inclinado de lo normal. Esa inclinación mayor puede hacer que la sensación durante la penetración sea un poco más dolorosa e incluso puede llegar a provocar cólicos si el acto sexual fue más brusco de lo habitual.

Ovulación

Cerca del día 14 del ciclo menstrual se suele producir la salida de un óvulo desde el ovario hacia el útero, esperando la fecundación.

Durante este día o los días cercanos a la ovulación, algunas mujeres experimentan mayor sensibilidad en la zona genital. Es por ello que es posible que se experimente un dolor en el vientre de tipo cólico después de las relaciones sexuales intensas.

Dispositivo intrauterino

Un DIU es un método anticonceptivo que consiste en la colocación de un pequeño aparato en el útero para impedir el ascenso de los espermatozoides y la fecundación de un óvulo.

Algunas mujeres que utilizan el DIU pueden sentir molestias, dolor o tener sangrados fuera de la menstruación. Es posible que esas molestias sean mayores durante o después de las relaciones sexuales.

En ese caso, es importante evaluar si existe algún método más apropiado y que genere menos molestias.

Embarazo

Puede ser que las molestias que experimentes sean contracciones del útero. Estas son frecuentes en una mujer embarazada y no es deseable que ocurran porque pueden afectar al bebé.

Por lo tanto, si crees que puede ser tu caso, es conveniente que realices un test de embarazo o un control ginecológico.

Molestias puerperales

Tras la finalización de un embarazo, existen algunas molestias normales en la zona baja del vientre. La indicación médica por regla general es que una mujer que ha dado a luz espere al menos 45 días para volver a mantener relaciones sexuales.

De todas maneras, esa cantidad de días puede variar de una mujer a otra. Hay algunas que ya estarán listas tras ese tiempo, pero otras no. Es importante saber escuchar tu cuerpo y sus sensaciones y, sobre todo, poder hablar de ello con tu pareja.

Infección urinaria

La inflamación o infección de la vejiga, conocida como cistitis, puede ocasionar grandes molestias como sensación de no haber orinado por completo, ardor o dolor al orinar, orinar pocas cantidades y con mucha frecuencia, dolor espontáneo en la zona baja del vientre e incluso dolor durante o después de una relación sexual.

Puedes notar que la orina es más turbia o incluso que hay sangre en ella. Si crees que es tu caso, es importante consultar al médico, ya que las infecciones pueden agravarse, sobre todo, en quienes padecen diabetes u otras enfermedades que bajen las defensas.

Infección vaginal

Una infección vaginal puede extenderse hacia el útero y las trompas ocasionando diversos síntomas como: flujo abundante, flujo maloliente, dolor pélvico, malestar general, fiebre.

En las primeras etapas de una infección de este tipo, pueden sentirse dolores durante o después de una relación sexual.

Quistes ováricos

Habitualmente, los quistes de ovarios son asintomáticos, pero puede suceder que un quiste se rompa durante un acto sexual intenso, lo cual provoca un gran dolor en la zona pélvica.

Endometriosis

Es la presencia de tejido similar al uterino en otro sitio. Lo más frecuente es que esa implantación se produzca en la cavidad abdominal.

Es frecuente que alguien que padece de endometriosis tenga cólicos menstruales muy importantes, que eventualmente también pueden presentarse durante o tras el coito.

La mayoría de las veces las causas no son graves, pero debes estar atenta a la frecuencia y gravedad con que se presentan los síntomas para de esta manera consultar al médico cuando sea necesario.

Como hemos comentado previamente, no es deseable sufrir dolores durante o después de una relación sexual, por lo que no es normal tener cólicos cuando lo que deberías sentir es placer.

Si eres de las mujeres que experimentan este tipo de molestias con mucha frecuencia, lo mejor es realizar una consulta con un médico profesional. Descartar posibles infecciones u otro tipo de alteraciones en la zona genital pueden ayudarte a encarar el tratamiento apropiado.

Por otro lado, las trabas emocionales pueden mostrarse en el cuerpo y pueden hacer que una experiencia que debiera ser placentera se transforme en sufrimiento. Más aún en ese caso debes buscar ayuda para resolver el problema. La mente es maravillosa, pero también puede jugar malas pasadas.

Si no padeces fiebre, infecciones, flujo ni hay sospechas de otro problema orgánico importante, puedes intentar manejar los cólicos por ti misma. Si, en cambio, padeces un problema que deba resolverse es conveniente que no retrases la consulta médica.

Para aliviar el dolor en el vientre después de tener relaciones puedes:

• Aplicar una compresa tibia en la zona baja del vientre. Los cólicos que se presentan por el mismo orgasmo o aquellos que aparecen durante la ovulación o la menstruación son contracciones musculares que pueden suavizarse con la aplicación de calor local.
• Beber un cocimiento de jengibre. Cocinar unas rodajas de raíz de jengibre pelado en agua durante 10 minutos y después dejarlo reposar otros 10 minutos. Puedes beber hasta 3 tazas en un día si fuera necesario.
• Masajear la zona que duele con aceite de sésamo. Este aceite tiene la propiedad de aportar calor. Entre otros beneficios, puede ayudar a calmar molestias musculares como las que se producen en este tipo de cólicos. Los masajes deben ser realizados desde arriba hacia abajo.
• Tomar un analgésico si no tienes enfermedades que lo contraindiquen.
• Relajar tu mente. Focaliza el dolor e intenta ir soltando las molestias que te ocasiona.

Si los cólicos se repiten muy asiduamente, te generan muchas molestias o tienes otros síntomas asociados, es conveniente que recurras a tu médico o médica de confianza.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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