Prolapso rectal: causas, síntomas, grados y tratamiento

A pesar de que la causa del prolapso rectal exacta no está del todo clara, se ha señalado que esta "caída" del recto puede suceder en consecuencia a los siguientes factores o condiciones:

• Padecimiento de estreñimiento crónico.
• Padecimiento de diarrea crónica.
• Envejecimiento: a medida que se va avanzando en edad, tanto los músculos como los ligamentos del recto y el ano se van debilitando de manera natural. Además, hay otras estructuras próximas a la región pélvica que también se van aflojando con la edad, lo cual puede añadirse a lo anterior.
• Esfínter anal debilitado.
• Lesiones anteriores en la región anal o pélvica.
• Daños en los nervios que controlan la contracción de los músculos rectales y anales. Esto puede ser consecuencia de múltiples condiciones, como el embarazo, los partos difíciles, lesiones en la espina dorsal o en la espalda, parálisis del esfínter anal o intervenciones quirúrgicas en la espalda o en la región pélvica.
• Padecimiento de otras enfermedades, como diabetes, fibrosis quística, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones parasitarias en los intestinos y otras patologías que son consecuencia de una mala nutrición o de las dificultades de digerir los alimentos que se consumen.

Una vez conocidas las posibles causas del prolapso rectal, debemos aclarar que este según cuál sea su gravedad, se clasificar en:

1. Prolapso rectal parcial: lo que se desliza de su lugar y hacia el exterior es el revestimiento o mucosa del ano, lo cual suele suceder al hacer esfuerzo durante las defecaciones.
2. Prolapso rectal completo: ocurre cuando toda la pared del recto se desliza y sobresale al exterior por el ano. En un inicio, puede ocurrir solo durante la defecación, pero en etapas más avanzadas es posible que suceda incluso cuando el afectado está de pie o caminando.
3. Prolapso rectal interno: una parte de la pared del colon o recto se desliza hacia dentro o se pone por encima de otra, por lo que el recto no sobresale hacia fuera del ano.

En función de cuál sea el grado de gravedad, los signos y síntomas del prolapso rectal pueden variar de un paciente a otro y pueden incluir los que enumeramos a continuación:

• Sensación de que hay un bulto o presencia de una masa de color rojizo que sobresale por fuera del ano. En un principio, esto puede sucede solo después de la defecación, pero con el paso del tiempo puede llegar a sobresalir por fuera del canal anal cuando la persona esté de pie o andando.
• Dolor en el ano.
• Pérdida de sangre y moco por el ano.
• Dificultades para evacuar las heces.
• Dolor en la zona baja del abdomen y en la región pélvica.
• Sensación de no haber evacuado completamente.
• Sensación de pesadez en la región anal, lo cual se agrava al ponerse de pie.
• Picazón anal.
• Estreñimiento.
• Diarrea.
• Incontinencia fecal frecuente.

El tratamiento del prolapso rectal dependerá en cada caso de la edad de la persona afectada, la gravedad del prolapso y otras condiciones médicas que presente. En los casos leves, es posible que el tratamiento se inicie solo en casa mediante la utilización de ablandadores de heces y empujando manualmente el tejido que se desliza hacia fuera dentro del ano nuevamente.

No obstante, para corregir el problema del prolapso rectal, se debe recurrir a la cirugía y los dos métodos más usados para ello son la reparación abdominal o la cirugía rectal o perineal.

Cirugía abdominal

Se realiza una incisión en los músculos abdominales bajo anestesia general para llevar a cabo una rectopexia a través de la cual se vuelve a conectar el recto con el hueso sacro o una resección, que es la extirpación de una parte del intestino, seguida de una rectopexia. Esta es la operación de prolapso rectal que suele hacerse en personas adultas sanas.

Cirugía rectal o perianal

Esta intervención quirúrgica se suele llevar a cabo en personas de mayor edad y en personas con problemas médicos. Las dos intervenciones que se pueden realizar son:

• Técnica Altemeier: se extirpa la parte de recto que sobresale hacia el exterior del ano y se cosen los dos extremos del mismo.
• Técnica Delorme: se extirpa únicamente la mucosa del recto que sobresale, la capa exterior se dobla y se cose y los bordes de la parte interior se cosen para que el recto permanezca dentro del canal anal.

Por lo general, el paciente debe permanecer en el centro hospitalario de 3 a 10 días después de la operación de prolapso rectal, aunque esto variará en función de su estado de salud. Se puede alcanzar la recuperación completa al cabo de unos 3 meses y durante los primeros 6 meses, es fundamental que no se hagan grandes esfuerzos físicos ni se coja mucho peso. Para prevenir que el prolapso sea recurrente, es importante evitar de por vida los esfuerzos muy grandes o aquellas actividades que aumenten considerablemente la presión en la región abdominal.

Además del tratamiento médico, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones cuando se sufre de prolapso rectal para evitar que la condición empeore o sea recurrente una vez se haya corregido:

• Evitar el padecimiento de estreñimiento realizando cambios en la dieta e incluyendo un mayor consumo de fibra en la misma. En el siguiente artículo, mostramos cuáles son los alimentos para prevenir el estreñimiento.
• Beber abundante agua durante el día y realizar ejercicio físico de forma regular también son medidas aconsejables para prevenir el estreñimiento.
• Disminuir el peso corporal si se sufre de prolapso, ya que así se reducirá la presión sobre la zona afectada.
• Hacer ejercicios de Kegel puede ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico y a mejorar el tono del intestino y el recto.
• Evitar coger objetos muy pesados, permanecer en posturas que empeoren el prolapso, como la sentadilla, o estar mucho tiempo de pie.
• Extremar las medidas de higiene en la zona del ano.
• El uso de una crema en la piel de alrededor del ano puede ayudar a evitar posibles heridas en la zona.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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