Qué prueba debo hacerme para saber si tengo VPH

El virus de papiloma humano es una de las ETS más comunes, de hecho se cree que un importante porcentaje de las personas sexualmente activas tendrán en algún momento la infección. Dependiendo de la cepa que se contraiga es posible que no se presente síntoma alguno por lo tanto la persona no sabrá que está infectada, esta es una de las razones por las que el VPH se propaga con tanta facilidad, pues muchos hombres y mujeres creen estar sanos y por eso no usan el preservativo en sus relaciones sexuales.

Sin embargo otros tipos de VPH sí presentan síntomas, con señales claras que nos ponen en alerta. En estos casos es básico realizar una prueba de detección que permita determinar si se trata de una cepa de alto o bajo riesgo, una información básica para conocer las consecuencias de esta condición sobre nuestra salud.

VPH de bajo riesgo

Se consideran de bajo riesgo todos aquellos tipos de papiloma que solo producen ligeros cambios en el cuello uterino ocasionando la aparición de verrugas genitales, pero que sin embargo no elevan el riesgo de sufrir de cáncer cervical o de ano. Los más comunes son el VPH tipo 6 y 11, responsables de la aparición de la mayoría de las verrugas genitales, sin embargo en este grupo también se encuentran otros como el 40, 42, 43, 44, 53, 54, 61, 72, 73 y 81.

VPH de alto riesgo

Las cepas de alto riesgo ocasionan la formación de células anormales en el cuello uterino lo que puede ocasionar la futura aparición de cáncer de cervical o de cuello uterino, así como de cáncer anal. Los tipos 16 y 18 son los más comunes y también los más peligrosos, siendo los responsables en un 70% del cáncer en el cuello del útero. Otras cepas que producen esta condición menos comunes son la 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 68.

Una vez que hemos iniciado nuestra vida sexual, el control ginecológico se vuelve imprescindible sin importar si en el momento de la consulta tenemos o no una pareja actual. ¿Por qué es tan importante acudir a estos chequeos? Porque en ellos, además de evaluar nuestra salud íntima a modo general con la exploración mamaria o la aclaración de dudas, nuestro ginecólogo realizará otras pruebas de rutina para determinar, entre otras cosas, la salud de nuestro cuello uterino.

La citología o Papanicolau es la prueba que debes hacerte para saber si tienes VPH de forma inicial, se trata de una prueba de rutina que se realiza cuando acudimos a nuestra consulta de revisión ginecológica.

¿Para qué sirve la citología?

Este examen forma parte de cualquier revisión ginecológica de rutina, mediante el Papanicolau o citología el ginecólogo recoge una muestra de las células de tu cuello uterino que posteriormente enviará a analizar a un laboratorio. A través de esta muestra se puede evaluar si hay algún cambio anormal en las células cervicales que puedan indicar la presencia de VPH o de cáncer cervical.

Si la citología no muestra anomalías se considera que no hay VPH o que, de haberlo en el pasado, el mismo ha desaparecido de tu organismo ya. En el caso de que la citología detecte que hay cambios anómalos en las células uterinas, entonces tu ginecólogo solicitará una prueba para detectar el VPH que permita conocer específicamente qué tipo de virus está generando las alteraciones.

En mujeres mayores de 30 años ambas pruebas suelen realizarse en simultáneo, extrayendo muestras celulares tanto para comprobar las salud del cuello uterino como para descartar el VPH.

Prueba para detectar el VPH

La prueba para detectar el VPH no se realiza de forma rutinaria en todas las mujeres. Debido a que el contagio con este virus es tan común esta prueba no suele realizarse en mujeres menores de 30 años a menos que el resultado de la citología haya salido alterado y se quiera comprobar la presencia de VPH. ¿Por qué?, por la simple razón de que la mayoría de los tipos son inofensivos y desaparecen por sí solos del cuerpo, por lo que invertir recursos en detectarlos no es una prioridad ginecológica.

En mujeres mayores de 30 años la prueba para detectar el VPH suele realizarse junto con la citología. Con esta prueba se puede detectar específicamente el tipo de virus que afecta el cuello uterino así como los riesgos de cáncer cervical.

Resultados anormales de la citología o la prueba del VPH

Un resultado anormal no siempre es una causa de alarma, por eso es importante seguir las recomendaciones de tu médico. Los resultados tras una citología y/o prueba de VPH pueden ser:

• Citología y/o prueba del VPH normal: en este momento no hay riesgo de desarrollar cáncer cervical, los resultados son normales por lo que se recomienda repetir la citología o ambas pruebas en 5 años si eres mayor de 30 y en 3 años para la citología en mujeres menores de 30 años.
• Citología y/o prueba del VPH que detecta un tipo de bajo riesgo: el VPH de bajo riesgo no conduce a cáncer cervical, sin embargo las pruebas deben repetirse a cabo de 12 meses. En el caso de que hayan verrugas genitales tu médico aplicará un tratamiento para su eliminación.
• Citología y/o prueba del VPH que detecta un tipo de alto riesgo: si se detecta un tipo específico de alto riesgo el ginecólogo solicitará la realización de una colposcopía, un examen en el que se observa de cerca el cuello uterino. Si el examen determina que hay un resultado anormal pero no se identifica el tipo de virus igualmente es recomendable realizar una colposcopía.

Lamentablemente no existe un tratamiento para el VPH que consiga eliminar el virus del cuerpo, por eso la prevención resulta tan importante. En el caso de pacientes que cuenten con verrugas genitales existe tratamiento tópico específico para eliminar estas lesiones, por otra parte las mujeres que tienen riesgo a desarrollar cáncer de útero requieren de revisiones ginecológicas frecuentes que permitan detectar cualquier cambio celular importante en el cuello uterino.

Si se detectan células precancerosas en el cuello uterino existen tratamientos quirúrgicos para eliminarlas, tu ginecólogo te indicará la mejor alternativa en tu caso particular.

Prevenir el VPH

La verdadera clave para mantener nuestra salud íntima reside en la prevención. Actualmente existen dos formas altamente recomendables para evitar el contagio de VPH:

• Vacunarse contra el virus: se trata de una de las formas más efectivas de prevenir esta condición, la vacuna puede aplicarse a hombres o mujeres de entre 9 y 26 años, siendo más común su primera aplicación entre los 11 y 12 años de edad. En nuestro artículo lo que necesitas saber sobre la vacuna contra el VPH te explicamos todo acerca de esta alternativa.
• Uso del preservativo: el condón es el único método anticonceptivo capaz de prevenir el contagio de ETS incluyendo el VPH. El mismo debe usarse siempre que tengas sexo, especialmente si el mismo es casual, y debe colocarse antes de la primera penetración y mantenerse hasta el final del encuentro sexual, pues cualquier contacto genital entre ambas partes que incluya intercambio de fluidos puede conducir a la transmisión de enfermedades sexuales.

Ante cualquier otra duda relacionada con el VPH o la transmisión de enfermedades sexuales, consulta con tu ginecólogo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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