Quiste pilonidal (sacro): causas, síntomas y tratamiento
El famoso quiste pilonidal o sacro es un nódulo inflamado lleno de líquido que suele aparecen en la base de la columna o área del coxis entre las nalgas, es decir, en el pliegue que hay entre los glúteos. Este tipo de quistes suelen ser inofensivos hasta que se infectan, momento en el cual forman un absceso que provoca dolor, secreción, incluso fiebre, malestar y dolor articular y/o muscular en algunos casos. Este problema suele aparecer en hombres jóvenes de raza blanca con abundante cabello en la región y su tratamiento es quirúrgico, ya que es necesario drenar el material purulento que hay en su interior si esto no se consigue de forma espontánea. En este artículo de ONsalus, vamos a mostrarte cuáles son las causas, los síntomas y el tratamiento del quiste pilonidal (sacro).
Quiste pilonidal: causas
La causa del quiste pilonidal más frecuente suele ser una simple infección de un folículo piloso que penetra en la piel de forma no natural. Cuando el pelo penetra en el tejido subcutáneo, da lugar a una reacción inflamatoria que, posteriormente, conlleva la formación de un quiste. Los quistes pilonidales se denominan así porque generalmente presentan pelos, pero en muchas ocasiones no se encuentra el folículos piloso, lo cual demuestra que el pelo en cuestión no ha nacido en ese lugar sino que ha sido empujado hacia él.
Además de lo anterior, la acumulación de grasa en la zona o un exceso de sudoración ayudan a la infección del quiste y a la formación de pus.
Otros factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar un quiste pilonidal son los siguientes:
- Hacer actividades o desempeñar trabajos en los que se tenga que permanecer mucho tiempo sentado.
- Traumatismos en la zona del coxis.
- Obesidad.
- Tener un exceso de pelo en la zona del coxis.
- Presentar un pliegue muy profundo en las nalgas.
Quiste pilonidal: síntomas
El quiste pilonidal puede ser asintomático o notarse, simplemente, una zona abultada en el pliegue entre los glúteos durante mucho tiempo si no llega a infectarse. Ahora bien, cuando se inflama y se infecta, los síntomas del quiste pilonidal más comunes son los que enumeramos a continuación:
- Nódulo o bulto rojizo y doloroso bajo la piel.
- Pus.
- Dolor.
- Dificultad o imposibilidad de permanecer sentado.
- Fiebre, malestar generalizado y dolores articulares y/o musculares cuando la infección se agrava.
Quiste pilonidal: tratamiento y operación
En el caso de un quiste pilonidal inflamado e infectado el tratamiento que se debe seguir es quirúrgico. Las posibilidades para curar un quiste pilonidal son:
Incisión y drenaje del pus
Este es el tratamiento del quiste pilonidal más común y frecuente. Se realiza una pequeña incisión en el quiste para drenar todo el material purulento bajo una anestesia local que insensibilice la piel de la zona. Es un proceso muy sencillo realizado de forma ambulatoria. Tras la intervención, se coloca una gasa en la zona dañada y pueden pasar hasta unas cuatro semanas para que el quiste se cure por completo.
Cistectomía pilonidal
Se puede requerir una operación del quiste pilonidal cuando este sigue dando problemas y no se elimina con el tratamiento anterior. En este caso, normalmente, se adormece la zona y se lleva a cabo una corte para retirar la piel y el tejido con los folículos pilosos. Algunas veces, se coloca una especie de tubo que sirve para drenar todo el líquido que acumula tras la intervención.
El tratamiento del quiste pilonidal también se puede completar con antibióticos, compresas calientes y aplicación de cremas tópicas para combatir la infección y reducir la inflamación.
Es importante tener en cuenta que esta afección tiene un 40% de probabilidades de recurrencia, se puede convertir en crónica incluso después de la cirugía.
Quiste pilonidal: tratamiento natural
Además del tratamiento anterior, es importante reducir las posibilidades, en la medida de lo posible, de contraer un absceso pilonidal, y para ello es necesario tener en cuenta recomendaciones como las siguientes:
- Mantén el área limpia y seca, evitando la acumulación de sudor en ella.
- Evita sentarte por un tiempo prolongado sobre superficies duras.
- Elimina el vello de la zona.
- No realices ejercicios o movimientos que puedan presionar la zona del coxis.
- Evita llevar una vida sedentaria.
Por otro lado, hay algunos remedios caseros para el quiste pilonidal que pueden ayudar a aminorar las molestias que produce y a reducir la hinchazón del nódulo. Los más eficaces son:
- Aloe vera: es antiinflamatorio, regenerador y cicatrizante. Aplica un poco de gel de aloe vera en la zona afectada, cubre con una gasa y deja que actúe durante unos 20 minutos.
- Cúrcuma: tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas. Prepara una pasta con un poco de cúrcuma y agua y aplícala sobre la zona con el quiste pilonidal, cubre con una gasa y deja actuar durante 15 o 20 minutos.
- Sales de Epsom: puedes tratar el quiste sacro con estas sales con efectos antibacterianos y antiinflamatorios. Haz una mezcla de 1 cucharada de sales de Epsom y 1 vaso de agua y aplica la preparación sobre el área afectada con la ayuda de una gasa limpia y seca.
Es muy importante que estos remedios naturales únicamente los apliques sobre el quiste pilonidal cuando no hayan heridas abiertas. Ante cualquier duda, lo mejor es que consultes primero con tu médico.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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