Tai Chi: qué es, beneficios y contraindicaciones

El Tai Chi Chuan se originó en el imperio Chino, registrando sus orígenes y consolidación como práctica en el siglo XVI, y su traducción literal es "boxeo máximo celestial" o "boxeo energético de la sombra". Actualmente, se encuentra más asociado a la sanación, paz mental y a su uso como herramienta terapéutica, pero lo que muchos desconocen es que, en su esencia y origen, el Tai Chi es un arte marcial.

Esta práctica se encuentra clasificada dentro de las denominadas artes marciales internas, las cuales se distinguen de las más populares hoy día por el hecho de que te conoces a ti y a tu oponente en su dimensión energética y no sólo física. Originalmente, un practicante de Tai Chi estudiaba a la par medicina china y el Chi Kung, es decir, sus canales energéticos y la forma de manipular dicha energía vital (llamada Chi o Qi) dentro de su propio cuerpo, así como usar la del rival en su contra. Por esta razón, esta práctica se convertía en un camino de sanación y autoconocimiento espiritual, a la par del desarrollo de la defensa personal.

Dentro del Tai Chi como arte marcial, se llegaron a desarrollar al menos 5 dinastías o estilos principales difundidos por toda China. Luego, a partir del siglo XX, se amplió su difusión redirigiendo su enseñanza hacia objetivos más terapéuticos y calmantes, dando así forma al Tai Chi conocido popularmente en la actualidad. Sus movimientos siguen inspirados en un arte marcial (y pueden ser utilizados para ello), pero los maestros modernos se enfocan en el poder de los mismos para la salud personal.

Existen distintas ramas del Tai Chi modernas, pero todas comulgan en la realización de una serie de movimientos que evocan un combate simulado, y dichos movimientos, tanto aislados como en secuencia, producen efectos positivos a nivel del cuerpo y la mente, pues se realizan coordinando conscientemente la respiración con la motricidad, produciendo entre sus principales beneficios:

• Mayor capacidad aeróbica y mejor oxigenación celular.
• Más energía.
• Flexibilidad y equilibrio.
• Ajuste y fortalecimiento muscular, especialmente de la espalda, caderas, glúteos y piernas.
• Ajuste postural y reducción de dolores crónicos de espalda, ciática y cuello.
• Eficaz para combatir la artritis.
• Reducción del estrés agudo y crónico.
• Mayor capacidad de alerta y concentración.
• Desarrolla la inteligencia emocional al estimular la consciencia respiratoria.
• Mejora la circulación sanguínea.

La mayoría de las prácticas de Tai Chi Chuan modernas inician con Chi Kung (también llamado Qi Gong): series de ejercicios que sí son originalmente terapéuticos con el objetivo de "calentar", tomando con ellos mayor consciencia energética y muscular para la práctica del arte marcial.

El Tai Chi suele asociarse mucho a prácticas como el yoga, pues sus efectos y filosofías comparten similitudes. Sin embargo, una característica terapéutica a favor del Tai Chi es que se realiza de pie (sin necesitar mat) y la mayoría de las posturas son mucho más sencillas que las del hatha yoga tradicional, siendo así una herramienta apta para cualquiera, aunque preferida por personas mayores o con muy poca flexibilidad. Para aquellos que no pueden estar de pie, algunos de los ejercicios de esta disciplina y del Chi Kung presentan variantes en postura sentada.

Además, aunque tiene principios filosóficos muy claros, como la creencia en el Chi y su canalización, no se utilizan mantras (cantos vibracionales o devocionales), por lo que representa un roce cultural mucho menor en comparación a las prácticas yóguicas indias.

Al ser el Tai Chi un práctica tan terapéutica y suave, sus contraindicaciones son prácticamente nulas. Lo que si existen son precauciones necesarias si no quieres pasar un mal rato. Estas son:

• Evitar practicar durante el embarazo, excepto movimientos sencillos bajo supervisión.
• No practicar después de comer: que el Tai Chi Chuan sea lento y calmo, no significa que puedes practicarla mientras estés aún digiriendo la comida. Se ha de descansar al menos por una hora después del alimento para practicar.
• Puede resultar molesto para mujeres durante su menstruación: en estos casos, se recomienda hacer ejercicios individuales más suaves.
• Problemas físicos: si has sufrido algún accidente, lesión o presentas una molestia considerable, habla con tu médico de confianza antes de realizar esta o cualquier otra práctica.

Aún hoy en día se cultiva en menor medida el Tai Chi como arte marcial, la cual es una disciplina sumamente interesante pues, aunque aún como arte marcial es fluida y suave, puede ser altamente destructiva y mortal en manos de un maestro avanzado, debido a que tiene en sus manos el poder de no solamente lesionar físicamente, sino de manipular la energía vital e incluso bloquear los meridianos (canales de energía). Sin embargo, la sabiduría adjunta al camino del Tai Chi le enseña al iniciante que todo lo que se hace o se desea al prójimo, rebotará tarde o temprano en su vida, ya que todos estamos conectados a la misma fuente.

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