Dieta para la esofagitis: alimentos y consejos dietéticos
Nuestro tubo o sistema digestivo -que comprende desde la boca el ano- es bastante complejo debido a que se encuentra integrado por muchos órganos y segmentos que son muy diferentes entre sí, aunque sirvan a un propósito en común. Uno de estos segmentos es el esófago, parte del tracto digestivo superior, por el cual pasa el bolo alimenticio de la boca al estómago.
Esta parte del tubo digestivo puede presentar esofagitis, o lo que es lo mismo, reacción inflamatoria debido al reflujo gástrico que produce el consumo de algunos alimentos y productos procesados, causando síntomas dolorosos que suelen interrumpir el placer de comer, por lo cual el afectado debe conocer esos alimentos que producen este fenómeno y así evitarlos. Conoce en el presente artículo de ONsalus la dieta para la esofagitis.
Esofagitis y su relación con la alimentación
Nuestro sistema digestivo produce jugos gástricos cada vez que ingerimos un alimento, ya sea una pequeña cantidad o una porción completa. Estos jugos gástricos son sumamente ácidos, pues es la mejor forma de garantizar la destrucción de bacterias y elementos indeseados, así como la simplificación de lo bueno para poder ser utilizado por el cuerpo como nutrientes.
Sin embargo, algunos alimentos y hábitos así como el estrés emocional pueden afectar al sistema digestivo e inmune, haciendo que este ambiente ácido perdure por más tiempo del debido, provocando:
- Daños al estómago.
- Pérdida del orden en los movimientos peristálticos.
- Entre las consecuencias de ello encontramos el reflujo gástrico.
Es este reflujo es lo que quema o irrita al esófago, siendo así la principal causa de la esofagitis. Tal reacción puede producirse también por reacción alérgica directamente a la altura del esófago a ciertos alimentos, si bien no es la causa más común.
Alimentos restringidos durante la esofagitis
Para controlar este problema, la solución inicial más directa es eliminar aquellas comidas identificadas como alérgenas para el paciente. Si no se encuentran alérgenos, o en complemento a dicha medida, se aplica la dieta empírica contra la esofagitis, eliminando las comidas que se encuentran como causantes de estas alteraciones ya descritas en el tubo digestivo. Los alimentos a eliminar son:
- Lácteos animales y derivados: ya sea de vaca, cabra o búfala.
- Cereales con gluten: Principalmente el trigo. También se incluye a la avena, la cebada, el kamut y el centeno.
- Legumbres y sus derivados: aceites, carne de soja, harinas, proteína hidrolizada, mantequilla de maní, etcétera.
- Huevos: aunque a veces los huevos de aves alimentadas orgánicamente (sin soja ni maíz) son una alternativa segura.
- Alimentos del mar: principalmente mariscos y a veces pescados.
- Carnes procesadas.
Si bien eliminar la gran mayoría o totalidad de estos alimentos es la mejor opción, en muchos casos esta dieta empírica se aplica de manera parcial o gradual, donde al paciente se le empieza a eliminar ciertos grupos de alimentos en específico para identificar los que agudizan el problema. Esto no la hace más eficiente pero si más aceptable al gusto del paciente, mientras se acostumbra.
Por ende, dentro de los alimentos eliminados en primer lugar están los lácteos y los cereales. Estos son los responsables de la mayoría de las alteraciones en el control del pH del tubo digestivo, y en al menos un tercio de los casos se reducen los síntomas de la esofagitis después de eliminar estos alimentos, independientemente de si la persona tenía predisposición alérgica, intolerancia o no.
Seguidamente, en orden de prioridades, se eliminan las legumbres y las carnes procesadas. Si bien no siempre causan una alteración del pH tan fuerte como el gluten y los lácteos, en el caso de los embutidos y carnes procesadas estas exigen un mayor esfuerzo por parte del estómago e intestinos para su digestión. Las legumbres alteran al sistema inmune y a mediano y largo plazo promueven la acidificación en todo el organismo. El seguimiento de esta dieta puede requerir entre 2 a 6 meses.
Alimentos a incorporar siempre en tu dieta contra la esofagitis
Todos los alimentos que beneficien el equilibrio del sistema digestivo y el organismo general al promover un medio alcalino en el mismo, son muy importantes de incluir contra la esofagitis o cualquier irritación presente en el tubo digestivo. Dichos alimentos son:
- Verduras y vegetales.
- Frutas: en algunos casos las frutas cítricas pueden se contraindicadas en un principio, pero luego de la fase más aguda puede retomarse su consumo.
- Carnes: preferiblemente las cultivadas de manera orgánica.
- Frutos secos (no se incluye el maní, que es una legumbre).
- Algas.
- Hidratación correcta: reduciendo a su vez el consumo de gaseosas, así como tés y jugos procesados.
- Si el pescado, los mariscos y los huevos no son alérgenos para el paciente, pueden dejarse en la dieta o introducirse gradualmente después de varias semanas de tratamiento.
El ritmo ideal de alimentación es de máximo 3 a 4 porciones por día y con consumo regulado de harinas, independientemente de si sean de fuentes aceptadas en la dieta.
Dieta elemental para la esofagitis
Cuando ninguna de estas alternativas responde para aliviar la esofagitis por reflujo gástrico o la inflamación del tracto digestivo es muy fuerte, puede optarse por la dieta elemental. Esta consiste en la alimentación mediante fórmulas especiales no alérgenas en batidos. Se administra por poco más de 2 semanas o entre 6 a 12 semanas si es un cuadro severo que por lo general amerita la alimentación por sonda y, luego de ello, se empieza a incorporar de nuevo en líquido y sólido las frutas, vegetales y verduras junto a fórmulas que complementen demás nutrientes. Dicho proceso de introducción progresiva de alimentos puede tomar hasta 6 meses.
Hábitos a eliminar durante la esofagitis
Otras consideraciones muy importantes para una tratamiento más efectivo de este padecimiento son:
- Eliminar el consumo de alcohol.
- No picotear o comer varias veces de a pequeñas porciones: el estómago produce de igual manera gran cantidad de jugos gástricos.
- Evitar al máximo comer en lugares públicos o casas ajenas donde no se tenga control de los ingredientes y preparación de los alimentos.
- Reducir o eliminar el consumo de bollería y azúcares refinados.
- Reducir o eliminar el tabaquismo tanto en el paciente como en quienes cohabitan con él.
- Moderar el consumo de pimienta, jengibre y otros posibles irritantes.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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