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Mancha roja en el ojo: causas y tratamiento

 
Dra. Gennesis González
Por Dra. Gennesis González, Médico. Actualizado: 18 mayo 2020
Mancha roja en el ojo: causas y tratamiento

Un problema frecuente y un motivo de consulta habitual es cualquier afección en el ojo, sobre todo, cuando aparece una mancha roja dentro del mismo. Aunque suele corresponder a una hemorragia subconjuntival, también se pueden asociar otras causas como alérgenos en el aire, sobreexposición solar o hasta el uso de lentes de contacto.

El ojo humano está formado por la córnea, el iris, la pupila, el cristalino, la retina, la conjuntiva, que es la membrana que cubre internamente los párpados, y la esclerótica que lubrica y protege la córnea, es la parte blanca del ojo. Es en la conjuntiva donde hay muchos vasos sanguíneos y la ruptura de alguno de ellos condiciona la salida de sangre hacia ambas capas (la conjuntiva y la esclera) generando alguna mancha roja en el ojo. Si quieres saber más, te invitamos a que continúes leyendo este artículo de ONsalus en el que te explicamos todas las causas de una mancha roja en el ojo y su tratamiento.

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El ojo humano: características

El ojo humano es un órgano que se encarga de recibir señales luminosas y convertirlas en impulsos nerviosos, esa es su función básica. Una vez recibidos los impulsos eléctricos, estos deben ser conducidos al centro de la visión ubicado en el cerebro.

Actúa como una cámara digital integrando todas sus partes:

  • La córnea es similar a la lente de la cámara, permite enfocar la luz.
  • El iris y la pupila controlan la cantidad de luz que ingresa al globo ocular ajustando la pupila dependiendo de la necesidad luminosa.
  • El cristalino es el sistema de enfoque que permite de manera automática el proceso de acomodación.
  • La conjuntiva es una membrana sumamente delgada y transparente que cubre internamente los párpados y cuenta con numerosos vasos sanguíneos.
  • La esclerótica es la parte blanca del ojo que se encarga de lubricar y proteger la córnea.
  • Finalmente, la luz llega a la retina como el sensor de la imagen.

El resultado final es que el ojo humano actúa muy similar a como lo hace una cámara digital.

Mancha roja en el ojo por hemorragia subconjuntival o derrame ocular

La causa de la presencia de una mancha roja en el ojo habitual es la ruptura de algunos los vasos sanguíneos que se ubican en la conjuntiva, producto de la filtración de sangre tanto en la conjuntiva como en la esclera.

Médicamente es conocido como hiposfagma o hemorragia subconjuntival, comúnmente se conoce como derrame ocular. La manifestación característica de esta afecciónes la aparición de una mancha roja de sangre en la conjuntiva producto de la rotura de algún vaso sanguíneo o capilar que se ubica en esta área.

La hemorragia ocular puede ser debida a:

  1. Un aumento brusco de la presión sanguínea por exceso de tos o estornudos.
  2. Golpe o traumatismo en el ojo, esto incluye directamente una contusión e incluso el frotarse enérgicamente los ojos.
  3. Crisis hipertensivas.
  4. Vómitos.
  5. Ingesta de algunos medicamentos que influyen directamente en la coagulación sanguínea como la Aspirina o Warfarina.
  6. Cirugía previa del ojo por ejemplo la cirugía de cataratas.

Dependiendo de la extensión de la mancha roja en el ojo, el médico valorará y determinará los factores de riesgo asociados para poder indicar al tratamiento necesario, aunque en muchos casos estas manchas en el ojo (por hemorragia subconjuntival) desaparecen por sí solas con el tiempo, entre 7 y 10 días.

La hemorragia subconjuntival de acuerdo a Médica Sur Sociedad de Médicos[1] es un padecimiento frecuente atendido en la consulta oftalmológica de la población adulta, representando del 3 al 9% de todos los padecimientos oculares.

Mancha roja en el ojo: causas y tratamiento - Mancha roja en el ojo por hemorragia subconjuntival o derrame ocular

Otras causas de mancha roja en el ojo

Ya sabiendo que la causa frecuente de una mancha roja en el ojo es la hemorragia subconjuntival, es momento de conocer las otras posibles causas relacionadas con esta afección:

Conjuntivitis

Esta es otra afección frecuente que genera cambios en la coloración de la parte blanca del ojo, presentándose esta enrojecida completamente o con algunas manchas rojizas. La razón se debe la inflamación de la conjuntiva. Esta suele venir acompañada por otros síntomas como:

  • Picor intenso.
  • Aumento en la sensibilidad a la luz.
  • Sensación de tener arenilla en el ojo.
  • Dificultad para abrir los ojos al despertar.

Existen tres tipos de conjuntivitis:

  1. Conjuntivitis viral: provocada por la infección de un virus contagiado a través del aire y el hecho de frotar los ojos con las manos. Las características de la conjuntivitis viral es la presencia del ojo rojo con secreción blanquecina.
  2. Conjuntivitis bacteriana: provocada tras la permanencia en piscinas que no se han desinfectado correctamente. Se caracteriza por presentar además del ojo rojo, secreción amarillosa-verdosa. La bacteria encargada de generar este tipo de conjuntivitis es la acanthamoeba del tipo protozoario.
  3. Conjuntivitis alérgica: producto de una reacción que se define como hipersensibilidad a algunas sustancias que para otras personas puede resultar totalmente inofensivas como, por ejemplo, el polvo, la caspa animal y el polen. Este tipo de afección se caracteriza por presentar además del ojo rojo, picor y lagrimeo y es común que se presente en personas que padecen de rinitis alérgica, asma bronquial y dermatitis.

Alérgenos en el ambiente

El medio ambiente se ve afectado por diferentes contaminantes suspendidos en el aire que pueden ser capaz de generar alergia ocular y desencadenar el frotado intenso de los ojos, pudiendo romper algunos vasos sanguíneos y, a su vez, la manifestación de una mancha roja en el ojo.

Irritación por el agua del mar

En ocasiones, la presencia de manchas rojas en el ojo es producto del proceso irritativo tras el contacto excesivo de sal. Esto se encuentra incluido como un tipo de agresión química que afecta directamente a la conjuntiva.

Sequedad ocular

Ampliamente relacionado con los aires acondicionados y las calefacciones, este síndrome es causado por la falta de lubricación y humectación en el ojo. Además de manifestar la conjuntiva enrojecida levemente, se presenta escozor, dolor, pesadez en los párpados, visión borrosa y sensación de arenilla, siendo fácilmente confundida con la conjuntivitis. Este síndrome representa una consulta habitual en la consulta de los oftalmólogos.

Esta afección se subdivide en otras relacionadas:

  • Queratitis sicca: una afección que describe claramente la inflamación y la sequedad que se presenta en la córnea.
  • La queratoconjuntivitis sicca: describe el ojo seco pero que afecta a la córnea y la conjuntiva.
  • El síndrome de disfunción lagrimal: se relaciona a la secreción lagrimal con una calidad inadecuada.

Erosión de la córnea

Se trata de una herida superficial en la córnea del ojo. Al ser un tipo de contusión, se manifiesta con la típica mancha roja. En este caso, además, se asocia el ojo doloroso.

Fatiga ocular

El uso habitual de ordenadores, libros electrónicos, tabletas y celulares inteligentes además de generar fatiga en la visión, puede ocasionar enrojecimiento de los ojos.

Cuerpo extraño o uso de lentes de contacto

La permanencia de un cuerpo extraño en el ojo o incluso los lentes de contacto colocados incorrectamente pueden ocasionar molestia en el globo ocular, dolor, y enrojecimiento en el mismo tras la sensación del roce.

Úlcera corneal

Es un tipo de lesión o herida en la córnea que se origina por la permanencia de hongos, virus, bacterias o parásitos, así como por un objeto extraño en el ojo, por el síndrome del ojo seco o por el cierre inadecuado de los párpados. Se caracteriza por presentar dolor, ojo enrojecido y sensibilidad a la luz.

Abrasión corneal

Es un tipo de lesión ocasionada por rasguño en la córnea consecuencia de una pérdida de células en la capa extener de la córnea. Cualquier elemento como un papel, la rama de un árbol, el dedo, la arena y el maquillaje puede provocarla y generar ojo rojo y sensibilidad a la luz.

Blefaritis

La blefaritis es otra causa relacionada con el enrojecimiento ocular, es debido a un exceso en la producción aceitosa generada por las glándulas que se ubican en el párpado.

Causas de ojo rojo más severas

Existen otras razones más severas que pueden generar enrojecimiento del ojo:

  1. Infecciones oculares: sea de tipo viral, bacteriano o micótico, cualquier agente o microorganismo que invada el globo ocular puede generar enrojecimiento del ojo, visión borrosa, secreción ocular, picazón. Ante la sospecha de una infección ocular, es imprescindible la visita al oftalmólogo para el diagnóstico y tratamiento eficaz con la finalidad de evitar daños severos en la visión. Dentro de estas posibles infecciones oculares se encuentra la queratitis viral, queratitis micótica, tracoma y endoftalmitis bacteriana.
  2. Glaucoma: a pesar de que el glaucoma en líneas generales cursa de manera asintomática hasta llegar al estado de gravedad en donde existe la pérdida de la visión, hay una excepción con el glaucoma de ángulo cerrado o ángulo estrecho, que puede generar síntomas repentinos que indiquen su presencia. Entre ellos, el ojo enrojecido, dilatación de las pupilas, dolor de cabeza y dolor en el ojo.
  3. Uveítis: esta afección se produce cuando la úvea, una lámina intermedia que se ubica entre la retina y la esclerótica, definida además como la capa que se encarga de nutrir el ojo mediante la cantidad de vasos sanguíneos que poseen, se inflama, se enrojece y se hincha. Suele acompañarse además con una disminución de la agudeza visual de manera lenta progresiva y dolorosa.
Mancha roja en el ojo: causas y tratamiento - Causas de ojo rojo más severas

Mancha roja en el ojo: tratamiento

Son muchas las causas relacionadas a la presencia de mancha roja en el ojo, la mejor manera y la más segura para tratarla es acudir al oftalmólogo para determinar la razón relacionada con esta afección y recibir el tratamiento efectivo cuanto antes.

En caso de que la mancha roja sea ocasionada por la hemorragia subconjuntival o derrame ocular, al ser una patología no peligrosa, esta no va a requerir un tratamiento estandarizado, pues el derrame suele reabsorberse en un período entre 7 y 10 días. Sin embargo, convendría la valoración médica para determinar cuál es la causa de la hemorragia subconjuntival, siendo una de las más frecuentes el aumento de la presión arterial, la cual convendría controlar diariamente.

En el caso de otras afecciones relacionadas con el ojo rojo, el tratamiento será individualizado de acuerdo a la valoración previa hecha por el oftalmólogo.

Las mejores recomendaciones ante el ojo rojo son:

  1. No compartas elementos personales, como toallas y pañuelos.
  2. Lávate las manos con frecuencia.
  3. Si utilizas lentes de contacto sigue las instrucciones del oftalmólogo para el recambio y cuidado, no duermas con ellas.
  4. Si acudes a la piscina, es recomendable utilizar gafas de natación para proteger los ojos de cualquier bacteria que se encuentre en el agua.
  5. Evita tocar los ojos hasta que primero te laves las manos.
  6. Puedes utilizar gotas oftálmicas o lágrimas artificiales de venta libre.
  7. Aplica una toalla humedecida con agua fría sobre los ojos.
  8. Utiliza una toalla exclusivamente para la cara.
  9. No compartas maquillaje.
  10. Evita permanecer en ambientes secos y contaminados.
  11. Ante el uso excesivo de pantallas, parpadea con frecuencia.
  12. Mientras dure el tratamiento y tal como lo indique el médico, cambia las fundas de almohada y las sábanas frecuentemente.
  13. Todo tratamiento que vayas a utilizar en esta área debe ser indicado por el oftalmólogo, no te automediques de ninguna manera.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Referencias
  1. Barriga, P. T. (2003). La hemorragia subconjuntival como predictor de hipertensión arterial sistémica reactiva. Médica Sur, 10(4), 157-159

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