Me arde el cuerpo y no tengo fiebre: causas y tratamiento
Quizá te haya sucedido que sientes que tu cuerpo arde, como si tuvieras fiebre, sin experimentar realmente un aumento en la temperatura corporal. Sentirse acalorado o febril de forma ocasional no indica necesariamente la presencia de fiebre, y no debería ser motivo de preocupación. No obstante, si la sensación de ardor persiste de manera continua o crónica sin un aumento real en la temperatura corporal, podría indicar la presencia de una afección médica no diagnosticada que requiere atención. Existen diversas condiciones médicas que pueden causar la sensación de ardor en el cuerpo sin fiebre. Estas incluyen trastornos endocrinos como el hipertiroidismo, así como otras patologías como la diabetes o la esclerosis múltiple. Además, el estrés y la ansiedad también pueden ser causas de esta sensación.
Te recomendamos que continúes leyendo este artículo de ONsalus, donde encontrarás información detallada sobre el ardor en el cuerpo sin fiebre, las posibles causas y cómo abordar esta situación.
Ansiedad y estrés
Cualquier situación que te genere frustración o nerviosismo puede desencadenar estrés y ansiedad. Si no se aborda a tiempo, estas emociones pueden provocar diversas reacciones en el organismo, como malestar, miedo, incomodidad e incluso preocupación.
La ansiedad y el estrés pueden manifestarse a través de:
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Inquietud.
- Tensión muscular.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
Además, pueden ocasionar sensación de ardor por dentro en el cuerpo sin fiebre.
Tratamiento
Si la ansiedad y el estrés son la causa del ardor en el cuerpo sin fiebre, el médico puede recomendar el control de esta condición mediante la práctica diaria de actividad física. El ejercicio libera sustancias químicas en el cerebro que promueven el bienestar, reduciendo así la posibilidad de experimentar ardor sin fiebre. En caso de que no mejore, el médico puede prescribir medicamentos, como antidepresivos, para ayudar a controlar la ansiedad y el estrés.
Desequilibrio hormonal
La alteración hormonal puede dar lugar a lo que comúnmente se conoce como sofocos, caracterizados por una sensación de calor en la parte superior del cuerpo, lo cual puede resultar en enrojecimiento o sudoración.
Durante diferentes etapas como la pubertad, irregularidades menstruales, embarazos e incluso la menopausia, es posible experimentar la sensación de estar febril. En mujeres, estos sofocos pueden variar según la etapa de la vida en la que se encuentren y pueden generar:
- Sensación de calor que se extiende por todo el cuerpo.
- Aceleración del ritmo cardíaco. Piel enrojecida.
- Sudoración en la parte superior del cuerpo.
- Ansiedad.
Tratamiento
La manera de abordar los sofocos es mediante el control de los niveles hormonales, especialmente, los estrógenos. En algunos casos, los sofocos pueden disminuir progresivamente sin tratamiento a medida que se superan estas etapas, aunque este proceso puede llevar varios años.
Insolación
Los cambios extremos de temperatura, especialmente durante el verano, pueden llevar al sobrecalentamiento del cuerpo cuando se expone prolongadamente a temperaturas elevadas. Después de una insolación, el cuerpo puede experimentar un aumento de la temperatura debido a la exposición al sol y al calor, sin que esto sea resultado de un cuadro febril causado por otra patología.
Tratamiento
Para tratar la insolación, se recomienda:
- Usar ropa ligera.
- Buscar un lugar fresco.
- Recostarse y elevar ligeramente los pies.
- Mantenerse bien hidratado, bebiendo mucha agua.
- Aplicar compresas de agua fría en las axilas, cuello, espalda e ingle.
Si el cuadro no mejora a pesar de estas medidas, es importante consultar con un médico.
Diabetes
La diabetes, ya sea tipo 1 o tipo 2, en ciertos momentos puede provocar una sensación de calor intensa, especialmente, durante los meses más calurosos y húmedos. Esto puede atribuirse a diversos factores, como:
- Cambios en la forma en que las temperaturas más altas afectan la acción de la insulina.
- Mayor susceptibilidad a la deshidratación, lo que puede generar una sensación aumentada de sed.
- Modificaciones en las glándulas sudoríparas, que pueden dificultar el enfriamiento del cuerpo en temperaturas elevadas.
Tratamiento
El tratamiento de la diabetes se centra en el control de los niveles de glucemia, dependiendo del tipo de diabetes.
En el caso de la diabetes tipo 1, se utiliza la aplicación de insulina, mientras que en la diabetes tipo 2, se recurre a la toma de hipoglucemiantes orales.
En ambos casos, es crucial mantener una dieta baja en carbohidratos para asegurar niveles de glucemia normales. De esta manera, se logra controlar los síntomas de la enfermedad.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo se manifiesta cuando la glándula tiroides se vuelve hiperactiva, lo cual puede generar sensibilidad al calor debido a un aumento de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo. El hipertiroidismo se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Irritabilidad.
- Ansiedad.
- Insomnio.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Debilidad muscular.
- Cabello quebradizo.
Tratamiento
El tratamiento debe llevarse a cabo bajo prescripción médica y consiste en el uso de medicamentos antitiroideos administrados por vía oral. Estos medicamentos tienen la función de inhibir la formación de hormonas tiroideas, mejorando así los síntomas, entre los cuales se encuentra el ardor en el cuerpo sin fiebre.
Medicamentos
Algunos medicamentos utilizados en el tratamiento de enfermedades pueden causar, entre sus efectos secundarios en el organismo, ardor en el cuerpo sin presentar fiebre. Entre estos medicamentos se incluyen:
- Antibióticos.
- Antihistamínicos.
- Medicamentos utilizados contra el cáncer (incluida la quimioterapia).
- Antihipertensivos.
- Medicamentos para enfermedades del corazón.
- Descongestionantes.
- Medicamentos contra las náuseas.
Tratamiento
Cuando el consumo de algunos medicamentos provoca reacciones adversas en el cuerpo, el médico ajustará la dosis de acuerdo a los síntomas presentados o, si es necesario, cambiará el medicamento. En caso de que los efectos persistan, se suspenderá la toma del medicamento.
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una de las causas del ardor en el cuerpo sin fiebre. Esta afección puede generar sensibilidad al calor en algunas personas, lo que podría causar un mayor daño a los nervios y ocasionar problemas neurológicos. Entre los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple se incluyen:
- Fatiga excesiva.
- Espasmos musculares.
- Sensación de calor, hormigueo y entumecimiento en el cuerpo.
- Problemas para tragar.
- Dificultad para el habla.
- Problemas de salud mental.
- Trastorno del movimiento y del equilibrio.
Tratamiento
El tratamiento de la esclerosis múltiple se lleva a cabo mediante el uso de medicamentos como los corticosteroides, los cuales reducen la gravedad y duración de la enfermedad. Además, se emplean inmunosupresores como el interferón o la plasmaféresis. El tratamiento sintomático se indica en caso de espasticidad, dolor o movimientos involuntarios.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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