Me siento mareada y aturdida: causas y tratamiento


Algunas pacientes expresan “me siento mareada y aturdida”, sin saber el motivo de ello. Sin embargo, las causas pueden ser variadas e incluir el trastorno de ansiedad, deficiencia de hierro, infecciones, deshidratación y otras, por lo que el tratamiento siempre dependerá de la causa de los mareos.
En ONsalus exploraremos las causas más comunes de la sensación que lleva a pensar “me siento mareada y aturdida”, así como sus posibles soluciones.
Trastorno de ansiedad
La sensación de mareo puede ir acompañada de desvanecimiento, inestabilidad y debilidad, y muchas veces los trastornos de ansiedad pueden ser la causa por la cual la persona se siente aturdida en un determinado momento. Las pacientes pueden sentir mareos durante episodios de ataques de pánico o cuando sienten miedo al estar en espacios amplios, fuera de casa, lo cual se conoce como agorafobia.
Los trastornos de ansiedad pueden incluir también el trastorno de ansiedad generalizada, la fobia social, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno inducido por sustancias, el trastorno de ansiedad por separación y el trastorno de ansiedad debido a una condición médica.
En este caso, estos trastornos pudiesen provocar mareos y aturdimiento por la forma en la cual el cuerpo responde al estrés. Por ejemplo, una respuesta de lucha o huida en la que se activa el sistema nervioso simpático y el organismo reacciona aumentando la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración, lo cual puede llevar a sentir mareos.
Los mareos también pueden sobrevenir cuando la persona respira más rápido debido a la hiperventilación. La tensión muscular, que altera la circulación sanguínea y disminuye la cantidad de oxígeno que debe llegar al cerebro, puede causar confusión.
Tratamiento
El tratamiento para los trastornos de ansiedad puede comprender la terapia cognitivo conductual, el uso de algunos medicamentos para tratar los síntomas a corto o a largo plazo, como los ansiolíticos o antidepresivos, técnicas de relajación y ejercicios físicos.

Infecciones
Las infecciones pueden afectar la circulación sanguínea, el equilibrio y el sistema nervioso central, pudiendo producir mareos. Las infecciones del oído interno (otitis) puede ocasionar vértigo o mareos, puesto que el oído interno tiene un papel importante en el equilibrio. De igual modo, las infecciones respiratorias pueden causar congestión, afectar los senos nasales y el oído y provocar mareos.
Otras infecciones, como las virales, incluyendo el herpes simple, pueden afectar el sistema nervioso central y causar problemas con el equilibrio. La meningitis, la infección del tracto urinario y las infecciones en el sistema digestivo también pueden provocar mareos. Este último tipo de infecciones puede generar deshidratación debido a los vómitos y evacuaciones y, al estar en desequilibrio los electrolíticos, también puede producir mareos.
Tratamiento
Dependiendo del tipo de infección, el médico puede prescribir antibióticos o antivirales, además de analgésicos, descongestionantes, medicamentos para el vértigo y recomendar el descanso y la ingesta abundante de líquidos.
Deshidratación
Cuando el cuerpo pierde líquidos y no ingiere lo necesario, los electrolitos se ven afectados, además de los fluidos, lo cual puede afectar el equilibrio y llevar a que la persona sienta mareos, pues el volumen de sangre disminuye y puede provocar mareo. También, ocurre un desequilibrio entre los electrolitos que el cuerpo necesita, como el potasio y el sodio, indispensables para el correcto funcionamiento de los músculos y los nervios.
Tratamiento
Incluye la rehidratación con líquidos, ya sea mediante la ingesta de agua o soluciones orales que contengan sodio y potasio. También pueden utilizarse bebidas isotónicas. Se debe evitar el café, el alcohol y las bebidas azucaradas, ya que pueden empeorar la deshidratación. En casos de mayor gravedad, la atención médica es primordial.
Anemia
La deficiencia de hierro reduce la capacidad que tiene el cuerpo para transportar el oxígeno, lo cual puede llevar a experimentar deshidratación. Además, el cuerpo trata de compensar esta falta incrementando el volumen de la sangre en la circulación sanguínea y esto puede ocasionar sangrados y pérdida de líquidos, lo que puede producir mareos.
Tratamiento
Es recomendable hidratarse con abundante líquido, tomar soluciones de rehidratación oral, suplementos de hierro y un mayor consumo de alimentos ricos en hierro, como los vegetales de hojas verdes y la carne. Además, se debe tratar la causa subyacente cuando la anemia es severa.

Hipoglucemia
La hipoglucemia puede causar mareos, aturdimiento y confusión porque la glucosa es la fuente principal de energía del organismo y el cerebro depende de ella. Cuando los niveles de glucosa no son los adecuados, entonces el cerebro carece de energía para funcionar correctamente.
Tratamiento
Es importante consumir jugos de frutas, bebidas azucaradas o tabletas de glucosa de forma inmediata y rápida. Además, se recomienda ingerir alimentos con carbohidratos complejos, como galletas o pan integral. Los niveles de glucosa deben monitorearse, especialmente en personas con diabetes, para prevenir episodios futuros.
Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden producir mareos y aturdimiento, sobre todo aquellos que tienen un efecto en el sistema nervioso y que pueden alterar la coordinación o el equilibrio, tal como los antidepresivos, los sedantes o los ansiolíticos. De igual modo, los antihipertensivos pueden disminuir mucho la presión arterial y provocar mareos cuando la persona se pone de pie.
Los medicamentos diuréticos también pueden provocar deshidratación y con ello mareo; además, algunos medicamentos pueden afectar el oído interno, como los indicados para el combatir el cáncer o los antibióticos, y producir mareos o vértigo.
Tratamiento
Se debe consultar al médico sobre los síntomas que se experimentan a fin de que el experto evalúe cambiar el medicamento. También se recomienda evitar los movimientos bruscos cuando la persona se levanta para evitar mareos. Hidratarse de forma adecuada también es aconsejable para evitar la pérdida de electrolitos.
Enfermedad de Ménière
Se trata de un trastorno del oído interno que altera la audición y el equilibro. La persona experimenta mareos debido a la acumulación anormal de líquidos que ocurre en el oído interno, por lo que también hay una presión en el oído que afecta al laberinto, la estructura del oído encargada del equilibrio. Dicha presión provoca vértigos, zumbidos en los oídos, mareo e incluso la pérdida temporal de la capacidad de audición.
Tratamiento
Incluye medicamentos para disminuir el exceso de líquidos, como los diuréticos; antivertiginosos, para calmar el vértigo y antieméticos para disminuir las náuseas. Además, se recomienda llevar una dieta baja en sal para evitar la retención de líquidos e iniciar terapia de rehabilitación vestibular. En casos graves, la cirugía o la inyección de esteroides en el oído interno puede ser una opción.

Migrañas
Quienes sufren de migrañas también pueden padecer mareos o vértigos debido a que, durante los episodios de dolor, se altera el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Además, los neurotransmisores se alteran y esto puede incidir en otras áreas cerebrales encargadas del equilibrio, lo cual puede llevar a sufrir inestabilidad.
Tratamiento
El tratamiento suele enfocarse en mejorar las migrañas, para lo cual el médico puede prescribir antiinflamatorios no esteroides (AINES) o triptanes a fin de disminuir la intensidad de los síntomas, incluyendo los mareos. Algunas veces, el médico pudiese prescribir antivertiginosos para el vértigo o terapias de rehabilitación vestibular, en caso de que los mareos persistan.
Condiciones neurológicas
Algunas condiciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple o ciertas lesiones cerebrales, pueden afectar el equilibrio y la coordinación, ya que los nervios, el cerebro y el oído pueden estar siendo afectados y no logran trabajar de forma óptima para que el cuerpo mantenga la posición y equilibrio.
Tratamiento
El tratamiento se enfoca en la condición subyacente que ocasiona los mareos. Cuando se trata de trastornos vestibulares, el médico podría indicar antivertiginosos o anticolinérgicos. Los antivertiginosos son medicamentos que calman la sensación de mareo porque regulan las señales que son enviadas desde el oído interno hasta el cerebro. En el caso de los anticolinérgicos, estos fármacos ayudan a bloquear la acción del neurotransmisor llamado acelticolina, el cual interviene en la coordinación y el equilibrio.
Si se trata de afecciones neurológicas severas, entonces el enfoque puede ser multidisciplinario y abarcar el manejo de los síntomas, la terapia física y, de ser necesario, la cirugía.
En todo caso, siempre es recomendable acudir al médico, sobre todo si los síntomas de mareo y aturdimiento no mejoran. Los mareos y la sensación de aturdimiento son señales que no deben ser ignoradas, en especial si se presentan con dolor en el pecho, dolor en la cabeza, dificultad para respirar, desmayos, problemas con la visión, entumecimiento en las extremidades, confusión, taquicardia, dificultad para hablar, vómito, dificultad para caminar, debilidad facial o cambios en la audición.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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