Por qué como azúcar y me mareo

Identificar qué tipos de alimentos son los que comemos resulta muy importante para saber por qué ocurren mareos cuando comemos azúcar. Es vital comprender que son muchos los alimentos que se convierten en azúcar en la sangre y no lo sabemos, es decir, los alimentos dulces no son los únicos que contienen azúcar, aunque sí suelen ser los que más azúcar tienen.

Los carbohidratos son el grupo alimenticio que más azúcar brinda al organismo, entre ellos encontramos la papa, el pan, la pasta, yuca, frutas, harinas, bollería y todo aquello que sea dulce. Sin embargo, existen carbohidratos simples y carbohidratos complejos. Cuando el carbohidrato es simple, más dulce es su sabor y mientras más dulce, más rápida es su absorción en el organismo cuando lo consumimos. Por lo tanto, al comernos una torta de chocolate, rellena de chocolate con cubierta de chocolate, todo ese azúcar entra de manera casi instantánea a la sangre y eleva los niveles de glucosa, causando una hiperglucemia. Ese proceso, por ocurrir de forma muy rápida, puede desencadenar los mareos y el dolor de cabeza de forma inmediata, ya que se dificulta la irrigación de la sangre y aumenta la presión en las paredes de las arterias.

Es importante resaltar que la fructosa y la lactosa también se convierten en glucosa en la sangre, por lo que puede ser útil supervisar si los mareos también ocurren después de comer frutas y lácteos o suceden únicamente cuando ingerimos comidas muy dulces. Si se trata de lo segundo, ya sabes que es un efecto del carbohidrato simple en tu organismo que debes estar monitoreando. Si, por el contrario, te mareas cada vez que comes cualquier tipo de alimento que se transforma en glucosa, entonces te invitamos a seguir descubriendo las posibles causas de ese malestar.

Una alimentación rica en grasas y en carbohidratos simples estimula constantemente procesos como el que explicamos en el apartado anterior. Cuando el cuerpo recibe dosis constantes de azúcar, el páncreas, que segrega la insulina para regular los niveles de glucosa, tiende a liberar mucha insulina en el organismo. El consumo excesivo de azúcar, una vida sedentaria, comida rica en grasas y el sobrepeso pueden hacer que las células comiencen a utilizar de manera inadecuada toda esa insulina ociosa, malgastándola y permitiendo que persistan los niveles elevados de azúcar en sangre.

La resistencia a la insulina forma parte del síndrome metabólico que suele estar acompañado de ovarios poliquísticos en la mujer, colesterol alto y grasa abdominal alrededor de la cintura. Entre los síntomas de la resistencia a la insulina, resaltan los mareos después de comer comidas muy dulces. Afortunadamente, si se tarta a tiempo, esta condición es totalmente controlable y puede no representar un riesgo para la salud. Sin embargo, como se trata de una condición silenciosa, muchas veces su evolución termina desgastando la función pancreática al punto de que la persona comienza a padecer diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2, aquella en la que el páncreas ya no libera suficiente insulina para controlar los niveles de glucosa en sangre, por lo general es causada por mantener durante muchos años una mala alimentación rica en azúcar y grasas, por llevar una vida sedentaria, tener niveles elevados de colesterol y triglicéridos y por sufrir de obesidad o sobrepeso.

La mala alimentación durante tantos años hace que el páncreas desgaste su función al punto que la poca insulina que produce, no es suficiente para poder normalizar los altos niveles de glucosa que el cuerpo presenta incluso en ayunas, cuando el organismo tiene más de ocho horas que no consume ningún tipo de alimento. Tratar debidamente esta enfermedad es muy importante para conservar la salud, ya que la diabetes es degenerativa, es decir, que si no está controlada va causando daños letales a distintas partes del cuerpo.

Entre los síntomas de la diabetes, resaltan los mareos después de comer azúcar, micciones, frecuentes durante la noche, visión borrosa, glucosa elevada en sangre, pérdida de peso involuntaria, irritabilidad, ansiedad por comer dulces y aumento de la sed. Cambiar los hábitos alimenticios, comer más vegetales, suprimir por completo el consumo de dulces y carbohidratos simples, tomar medicamentos reguladores de glucosa y colesterol, hacer ejercicio y ser constante en el control médico es vital para controlar esta enfermedad.

Hidrátate

En personas sanas, cuando el plasma sanguíneo tiene deficiencia de líquidos y recibe de golpe una dosis elevada de glucosa, causa inmediatamente mareos como reacción a la deshidratación y a la hiperglucemia. Dos litros de agua al día es la cantidad recomendada.

Reduce los carbohidratos simples

Si sabes que has venido teniendo problemas con tus niveles de glucosa en sangre, reduce la ingesta de dulce y carbohidratos simples y consúmelos una sola vez por semana.

Aumenta el consumo de fibra

La fibra ayuda a absorber la grasa acumulada en el organismo y a evitar que esta se convierta en glucosa. Consíguela en el berro, el brócoli, la avena, el afrecho, la pasta integral y el arroz integral.

¿Diabético?

Si tienes diabetes o resistencia a la insulina, sé constante en la toma de los medicamentos para evitar momentos en los que tu glucosa se eleve demasiado y comprometa tu salud.

Olvídate del azúcar

El azúcar simple, ese que añadimos al café para endulzarlo, es un pecado para los niveles de glucosa y para la salud en general. Es muy recomendable suspender por completo su consumo y sustituirla por sacarina o edulcorantes naturales como la stevia.

Come saludable

Una alimentación balanceada que incluya de forma moderada todos los grupos alimenticios es lo ideal para evitar desórdenes con la glucosa, los triglicéridos y el colesterol. Los vegetales de hoja verde ayudan a reducir los niveles de glucosa en sangre, el berro siempre será la mejor opción.

Integral

Prefiere la versión integral y baja en azúcar de los productos que consumes, ya que además que además de prevenir alteraciones en la glucosa, son muy ricos en fibra.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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