Micosis fungoide: tratamiento, causas y pronóstico

La micosis fungoide se debe a la proliferación excesiva en la piel de células de defensa llamadas linfocitos T. Estas células por lo general trabajan en conjunto con otras células del organismo protegiéndonos de microorganismos que potencialmente producirán una enfermedad, pero debido a un error en su proceso de proliferación se acumulan en la dermis y epidermis de la piel y crean las lesiones que caracterizan a esta enfermedad.

No se sabe a ciencia cierta a qué se debe esta enfermedad, pero muchos expertos consideran que tiene un carácter hereditario. La micosis fungoide forma parte de una familia de enfermedades llamadas linfomas, dentro de la cual es la más común de todas.

La micosis fungoide es una enfermedad de avance lento y de pocos síntomas, que se caracteriza por tener distintas etapas en su desarrollo:

• En la primera etapa las heridas muestran una forma de placas planas las cuales producen picores, y que aparecen principalmente en el torso y los miembros superiores e inferiores en áreas no necesariamente expuestas a la luz del sol.
• Luego las heridas son infiltradas por los linfocitos T, creando una serie de heridas en forma anular en la piel, con un centro de un color rosado.
• Luego, en la última etapa de la enfermedad la principal característica es la formación de pequeños tumores en la piel que adquieren la forma de hongos, de color rojo brillante y con posibilidades de ulcerarse.

Según su gravedad, la micosis fungoide se puede categorizar en uno de cinco estadios distintos de severidad, donde el primer nivel representa una invasión mínima de la piel, y en el quinto nivel hay una afectación de las vísceras, sangre, piel y ganglios linfáticos. Los estadios mas graves pueden llegar a disminuir mucho las expectativas de vida de los afectados.

El diagnostico de la micosis fungoide se hace mediante un examen de las heridas cutáneas, valorando su tamaño y cantidad. Se deben hacer exámenes de sangre mediante hemograma para determinar una alteración de los linfocitos, y puede llegar a ser necesaria incluso la toma de una biopsia para el estudio con microscopio de las heridas de la piel.

Una vez diagnosticada la micosis fungoide se hace necesaria la aplicación de un tratamiento para frenar la progresión de la enfermedad. Para esta condición no existe un tratamiento único, sino que se debe combinar distintas técnicas dependiendo de la gravedad de la condición para así mejorar las expectativas de vida.

Los tratamientos suelen dividirse en dos categorías, los de aplicación cutánea y los sistémicos. Mientras que los tratamientos sistémicos tienen que ver con los medicamentos orales e inyecciones, Las terapias cutáneas van dirigidas a tratar directamente las heridas de la piel y consiste en la implementación de luz ultravioleta, radioterapia, quimioterapia tópica y medicamentos que modulan la respuesta inmune, como los corticoides y bexaroteno.

La micosis fungoide es una enfermedad que se caracteriza por ser de avance lento y manifestar pocos síntomas durante su evolución, desarrollarse durante 2 a 10 años. Sin embargo, se trata de una condición maligna que puede disminuir notablemente las expectativas de vida de la persona afectada:

• Los casos en los que la micosis fungoide se consideran de bajo riesgo, la expectativa de vida del paciente se encuentra por encima de los 12 años.
• En los pacientes de riesgo intermedio la expectativa es superior a 5 años.
• Mientras que en los pacientes con peor pronóstico la supervivencia suele ser menor a 3 años. No obstante, estos pronósticos dependen de en qué estadio se encuentre la enfermedad, siendo los peores casos aquellos con afección visceral, sanguínea y ganglionar.

En algunos casos más raros se puede desarrollar el síndrome de Sézary, que consiste en la aparición de placas rojizas, linfoadenopatías y formación de células neoplásicas. Los pacientes que desarrollan este síndrome tienen un peor pronóstico, disminuyendo notablemente la expectativa de vida.

Cuando los tratamientos son oportunos y se realizan en las etapas menos avanzadas de la enfermedad se puede detener el avance de la micosis fungoide, entrando en una etapa que se llama estado de remisión cuando desaparecen las manifestaciones clínicas de la enfermedad y las pruebas resultan negativas, o estado de enfermedad estable cuando la micosis fungoide deja de avanzar pero sigue presente.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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