Mocos con sangre en bebés: ¿a qué se debe?

El sistema inmunitario de los bebés no está totalmente desarrollado al igual que muchos de sus órganos y, por lo tanto, les hace más vulnerables a padecer enfermedades o resfriados. No hay que preocuparse en exceso por el bebé, abrigarle de más o no sacarle a la calle si hace frío por si se constipa.

Hay muchos virus que pueden provocar un resfriado en un bebé y no puedes evitarlos todos. A medida que crecen los niños se llevan todo tipo de cosas a la boca porque es su manera de experimentar y de esta manera es normal que algún virus entre en su cuerpo.

El resfriado en un bebé hay que tratarlo igual que en un adulto con la diferencia de la medicación. Sigue las instrucciones del pediatra si te ha recetado algún suero para los mocos ya que los bebés no pueden expulsarlos por sí solos. También hay algunos aparatos aspiradores de mocos que puedes usar con cuidado.

Durante el resfriado los mocos son muy comunes y pueden aparecer mocos con sangre en el bebé. Esto se debe a que sus vasos capilares son mucho más finos que nos nuestros y se rompen con mayor facilidad. Cuando su nariz está llena de mocos es probable que se rompan y aparezca algo de sangre en la mucosidad pero no es alarmante.

Si el bebé presenta sangre en los mocos de forma excesiva o de continuo acude al pediatra para ver qué solución puede ofrecerte.

Durante el otoño o el invierno es normal que el bebé se resfríe de más y esto se debe a la sequedad en el ambiente por la calefacción o el aire frío. En verano el aire acondicionado también puede resecarle la nariz y las membranas nasales, lo que no sólo hace más fácil la entrada de virus sino que además al secarse la zona se hinchan las fosas y faltar la humedad nasal hace que se congestione.

Esta congestión actuará en la nariz de tu bebé igual que cuando tiene resfriado o sinusitis (inflamación de los senos paranasales que provoca mucosidad) y el bebé tendrá mocos constantemente. Cuando la mucosidad es excesiva las fosas paranasales hinchadas se congestionan y esto puede provocar sangre en sus mocos.

La gripe, a diferencia del resfriado común, es más grave y en este caso sí conviene acudir de inmediato al pediatra. Sobre todo en niños menos menores de 2 años ya que son más propensos a que la enfermedad se complique. La gripe cursa además de la mucosidad con fiebre, tos seca o incluso vómitos. Algunos de los síntomas son los siguientes:

• Fiebre: no todos los bebés con gripe tendrán fiebre pero es algo común. A veces la fiebre suele ser alta.
• Escalofríos o temblores corporales.
• Sensación de fatiga o cansancio: tu bebé estará muy cansad, dormirá mucho o no tendrá la actividad de siempre.
• Tos seca.
• Vómitos o diarrea: aunque no son síntomas tan comunes como el resto pueden aparecer con la gripe.

Además los bebés tendrán dolor de cabeza y dolores musculares generales pero esto será mas difícil de diagnosticar cuando los bebés no hablan. Puede que esté incómodo y llore continuamente. Si notas alguno de estos síntomas además de la mucosidad con sangre acude al pediatra de inmediato. La gripe también cursa con mucosidad excesiva que puede presentar sangre por la congestión nasal.

La bronquitis es una enfermedad vírica infecciosa y es bastante común en bebés lactantes y niños pequeños. Afecta a las vías respiratorias en general pero más concreto a los bronquios o bronquiolos, por eso también se llama bronquiolitis.

Los niños pueden padecer esta enfermedad por la debilidad de su sistema inmune ya que al ser una enfermedad contagiosa es fácil que se propague con los estornudos o al toser otras personas infectadas.

La bronquitis empieza como un catarro y obstrucción de la nariz y más tarde se extiende a las vías respiratorias.

En este caso la sangre en los mocos puede deberse a la congestión nasal pero también puede provenir de la infección de los bronquios. Si el niño expulsa mocos con sangre en la tos acude urgentemente al pediatra. Además puede presentar fiebres muy altas, mucha tos agarrada al pecho o dificultad para respirar. Si además de esto tiene los labios azules o morados es síntoma de una falta de oxigenación por lo que el problema se estaría agravando y es necesario acudir de urgencias.

La neumonía es una enfermedad respiratoria al igual que la bronquitis. En este caso se trata de una infección bacteriana en la mayoría de los casos que produce una inflamación del pulmón. No es tan común como la bronquitis pero al igual que la anterior debe ser tratada con urgencia.

Los bebés prematuros son más propensos a padecerla pero también tendrán más riesgos. Los síntomas son muy parecidos a los de la bronquitis siendo éstos:

• Fiebre, en algunos casos superior a los 39° C.
• Mal estado general del bebé.
• Tos persistente, aunque no en todos los casos.
• Respiración rápida o dificultad para respirar.

Puedes estar pendiente de su pecho y verás que se le notan las costillas al respirar. También pueden hacer ruidos al respirar. Es muy fácil confundirla con una bronquitos o algún tipo de resfriado por eso conviene llevarle al pediatra lo antes posible para que en una auscultación pueda ver si es posible que se trate de una neumonía y así pedir una radiografía de tórax.

Al igual que ocurre en la bronquitis la inflamación del pulmón puede provocar presencia de sangre en los mocos del bebé y no tiene por qué deberse a la rotura de vasos capilares sino a la infección.

Aunque actualmente los pediatras recomiendan suero para expulsar los mocos del bebé hay muchos aparatos que se utilizan para aspirar la nariz y que salga toda la mucosidad. No son peligrosos pero debes usarlos con cuidado.

El suero se introduce en una fosa de la nariz y de esta forma le limpia la nariz y la garganta y le ayuda a expulsar los mocos. Sin embargo el aparato lo que hace es aspirar la zona de la nariz y atraer todos los mocos para así limpiarle la nariz.

Cuando utilizas este aparato demasiado a menudo y sacas algún moco con sangre es posible que se deba o bien a que ya lo tenía o bien a que no lo estás usando adecuadamente o de manera muy brusca. Aunque su procedimiento es manual tiene bastante fuerza y aspira su pequeña nariz pudiéndole romper los finos capilares y hacer que sangre más.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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