Palmas de las manos rojas: causas

Existen muchas patologías sobre las que se puede tener un diagnóstico inicial al detallar las manos de una persona. Por ejemplo, los trastornos hepáticos, circulatorios o respiratorios son de los primeros que se pueden detectar con la visualización de las manos.

También las palmas pueden reflejar el déficit o exceso de algún nutriente, tal caso ocurre cuando las manos se tornan anaranjadas. Este signo puede deberse al exceso de betacaroteno en la sangre a causa de la ingesta extrema de verduras amarillentas o anaranjadas. También puede ser una señal de problemas de diabetes, hipotiroidismo o insuficiencia renal.

Las uñas, por su parte, dan señales de problemas con el organismo igualmente. Unas uñas azuladas pueden ser el reflejo de una insuficiencia cardíaca. Si su temperatura varía, al igual que la de las manos, puede hablar de situaciones más complejas, como es el caso del síndrome de Raynaud, cuya primera manifestación son las manos pálidas y frías. Luego, adquieren una pigmentación azulada hasta pasar a rojo encendido.

El enrojecimiento de la manos puede deberse a condiciones externas o internas del cuerpo. En el primer caso, se puede deber a cambios de temperatura o el clima. Las manos rojas suelen ser una condición usual en épocas de invierno, ya que el exceso de frío hace que se resequen, irriten y en consecuencia se tornen rojas.

Este tipo de situación es más común en las mujeres que en los hombres. Suele mejorar con el uso indicado de guantes, hidratación permanente y evitar los cambios bruscos de temperatura. Es contraproducente poner las manos frías bajo el agua caliente, como medida de calentamiento.

Si al pasar el invierno, la apariencia de las manos no mejora o se han enrojecido sin alguna causa externa, es momento de considerar otro diagnóstico. Las manos rojas puede deberse a problemas de circulación, retención de líquido y trastornos hormonales. Durante el embarazo, las mujeres suelen experimentar este tipo de síntomas que incluye el calentamiento de las palmas. Sin embargo, existen otras patologías más complejas relacionadas con esta condición, tal y como explicamos en el siguiente apartado.

1. Acrocianosis. Es un trastorno causado por problemas en el flujo de sangre a las extremidades. En este caso, los dedos se tornan rojo oscuro o cianóticos y puede haber presencia de hipotermia.
2. Trastorno hepático. Por lo general, las manos se tornan rojas desde la muñeca hasta el dedo meñique más o menos. Esta misma condición se visualiza cuando hay un abuso en el consumo de alcohol, en personas con cirrosis hepática.
3. Artritis reumatoide. Cuando se trata de artritis reumatoide, el enrojecimiento es producto de la hinchazón de la palma. El paciente puede sentir dolor o sensibilidad de en las manos.
4. Eritromelalgia. Este trastorno además viene acompañado de dolor. Se produce como consecuencia a una vasodilatación en los vasos sanguíneos más pequeños, provocando que la sangre circule con dolor hacia las manos. Esta condición empeora con cambios bruscos de temperatura y abuso del consumo de alcohol.
5. Eczema. Los eczemas son producto de la resequedad excesiva de la piel. Esta se irrita y se rompe causando lesiones que se perciben rojas a la vista. Por lo general, se presentan en los pliegues de los dedos.
6. Síndrome de Raynaud. Aunque el enrojecimiento de las manos se considera la última etapa, una forma de diagnóstico de este síndrome es a través de la coloración de los dedos. El síndrome de Raynaud tiene que ver con trastornos en los vasos sanguíneos periféricos.

Estos cinco consejos pueden ayudarte a prestar atención a tus manos de la forma correcta:

1. Vigila tus uñas. Cuando las uñas se muestran hundidas, puede deberse a problemas de anemia, igualmente si se parten o quiebran fácilmente. Las uñas pálidas o de doble tonalidad son usuales en pacientes con problemas renales, mientras que si están deformes, se puede deber a artritis reumatoide o vasculitis.
2. Revisar las coyunturas o articulaciones. El engrosamiento de la piel en las coyunturas, así como la sensibilidad son síntomas de la artritis reumatoide. También la resequedad excesiva hace que la piel se quiebre e irrite en los pliegues.
3. Observa las palmas. El color de tus palmas puede dar señales de excesos. Lo mismo ocurre si se muestran sudorosas o temblorosas. En el caso de las primeras, se puede deber a problemas con la tiroides o estrés. Mientras que la segunda, puede estar asociado al Parkinson o problemas neurológicos.
4. Las manos al tacto. Cuando las manos se sienten corrosivas, están bajo una alta deshidratación. La causa de esto puede ser desde trastornos hormonales hasta problemas tiroideos. La ingesta de agua e hidratación de la piel puede mejorar esta condición.
5. Supervisa tus lunares y manchas. Con los años, la presencia de manchas en la piel a nivel de las manos es común. Sin embargo, es importante monitorear la cantidad y el tamaño de las mismas. Ocurre lo mismo con los lunares. Para evitar efectos mayores, se recomienda el uso de protector solar y evitar la exposición prolongada al sol.

Ante cualquier síntoma que te haga dudar sobre tu salud, lo ideal es consultar con un especialista.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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