Consejos para prevenir un orzuelo

El origen de los orzuelos se encuentra en el bloqueo e inflamación de una de las glándulas sebáceas que hay situadas en la base de las pestañas o en el borde del párpado. Comúnmente, esto ocurre cuando se produce una proliferación de bacterias en la zona, las cuales se acumulan y dan paso a la aparición de esa protuberancia dolorosa y rojiza que presenta un aspecto muy parecido al de un grano.

Además de esta, hay otras posibles causas de los orzuelos entre las cuales se encuentran el padecimiento de blefaritis, que es la inflamación crónica de los párpados, los malos hábitos de higiene ocular, los cuadros de estrés y ansiedad, las alteraciones hormonales y las bajadas de defensas.

Un orzuelo se manifiesta mediante la aparición de una especie de protuberancia inflamada y rojiza en el borde del párpado, la cual puede tener pus o grasa en el interior. A esta pueden acompañarle síntomas como los siguientes:

• Dolor en el párpado y sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo.
• Párpado inflamado.
• Lagrimeo.
• Sensibilidad a la luz.
• Formación de legañas.

Tal y como hemos apuntado en el apartado anterior, una de las causas de los orzuelos más comunes es la proliferación de bacterias en los párpados y una higiene inadecuada, por lo que para prevenir su aparición, en primer lugar, es fundamental tener esto en cuenta. Seguidamente puedes ver todas las medidas de cuidado e higiene que te ayudarán a evitar esta afección y mantener una perfecta salud ocular en todo momento.

Evitar tocar los ojos con las manos

En muchos casos, el simple gesto de rascarse o frotarse los ojos con las manos es el principal responsable de la proliferación de bacterias en el párpado y de la posterior aparición del orzuelo. Piensa que las manos o los dedos sucios están repletos de bacterias y gérmenes que fácilmente pueden trasladarse a los ojos si los tocamos de manera continua. Por este motivo, se debe evitar este gesto todo lo que sea posible y llevar a cabo una buena higiene de manos, lavándolas con agua y jabón regularmente, especialmente al llegar a casa, antes de comer, tras ir al baño, después de cambiar pañales, etc.

Higiene de párpados

Otro aspecto clave para prevenir los orzuelos es mantener una higiene de párpados adecuada; para ello, te recomendamos que te laves la cara dos veces al día (mañana y noche) como mínimo, incluyendo la zona de los párpados y lo hagas con un jabón suave. Si eres propenso a desarollar orzuelos o infecciones oculares, deberás ser más cuidadoso e incidir en la limpieza de los párpados a diario haciéndola de la siguiente forma:

• Humedece una gasa pequeña con agua tibia y vierte en ella unas gotas de jabón de pH neutro.
• Pasa la gasa por los párpados con mucha suavidad, incidiendo en la base de las pestañas.
• Humedece otra gasa limpia y retira con ella los restos de jabón.
• Seca la zona con una toalla limpia.

Así mismo, es esencial que si utilizas productos de maquillaje a diario, desmaquilles tus ojos todas las noches antes de acostarte con jabones suaves y específicos para esta área. Usa cosméticos de buena calidad y evita la aplicación de aquellos que estén en mal estado, caducados o te causen reacciones alérgicas.

No compartir objetos personales

Compartir objetos personales que permanentemente están en contacto con los ojos o cerca de estos es algo que también puede facilitar el paso de microorganismos y ocasionar infecciones oculares. De este modo, se aconseja no compartir con otras personas objetos y artículos como toallas, bufandas, pañuelos, maquinillas de afeitar, gafas, lentes, brochas de maquillaje, máscara de pestañas, sombras de ojos, delineadores, etc. Esto es especialmente importante cuando en casa hay una persona que presenta algún tipo de infección en los ojos.

Las personas que utilizan lentes de contacto deben extremar las precauciones y hacer un buen uso de estas, ya que si se manipulan con las manos sucias o se conservan de forma inadecuada aumentarán enormemente las posibilidades de desarrollar orzuelos y otro tipo de infecciones oculares.

Para empezar, antes de colocarte o quitarte las lentillas debes lavar y desinfectar tus manos y, luego, secarlas con una toalla que no contenga pelusa. Procura mantener las lentes siempre guardadas en su estuche y con la solución correspondiente, no las uses más tiempo del indicado y reemplázalas por unas nuevas siguiendo las instrucciones que tu oculista te haya facilitado.

Por otro lado, tampoco es conveniente que lleves puestas las lentes de contacto durante muchas horas, ya que entonces podría surgir irritación, enrojecimiento y molestias en los ojos.

Las pieles grasas o con acné sufren las consecuencias de una excesiva producción de sebo y es posible que este llegue a afectar también a la zona de los ojos y bloquear las glándulas sebáceas que allí se localizan, dando lugar a la formación de orzuelos. Además, la acumulación de grasa, suciedad y células muertas favorecen la proliferación bacteriana.

Por todo ello, si tienes este tipo de piel es esencial que la trates adecuadamente y le brindes los cuidados necesarios; en primer lugar, debes limpiarla con geles que se aclaran con agua, usar un tónico astringente y aplicar una crema hidratante que no tenga base oleosa. Para maquillarte, elige productos libres de aceite y procura mantener las brochas siempre limpias y en perfecto estado. Por otro lado, sigue una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales y baja en alimentos grasos o con azúcar. Consulta con un dermatólogo si sufres de acné para saber qué tratamiento y qué productos de higiene son los más apropiados para tu caso.

Aquellos espacios o lugares con mucha contaminación o polvo en el ambiente no son nada favorables para la salud de los ojos, pues propician la acumulación de residuos y suciedad en las glándulas sebáceas de los párpados contribuyendo, así, al desarrollo de los orzuelos.

En la medida de lo posible, evita frecuentar este tipo de ambientes sobre todo si tus ojos son sensibles y propensos a padecer infecciones. En el caso de que no puedas impedir esta situación, recurre siempre al uso de unas gafas apropiadas para mantener los ojos protegidos frente a todos los agentes externos que puedan entrar en contacto con ellos y dañarlos.

Muchas personas desarrollan un orzuelo cuando están atravesando por una época de nerviosismo y tensión, motivo por el cual los cuadros de estrés son considerados como otra de las posibles causas de los orzuelos. Además, cuando no se descansa lo suficiente y no se sigue una buena alimentación, el sistema inmune se resiente y se sufre una bajada de defensas, lo cual deja al organismo más expuesto a padecer cualquier tipo de infección.

Para favorecer tu bienestar emocional y físico es importante que sepas reducir el estrés y aprendas a relajarte diariamente. Hay muchísimas formas de hacerlo y debes encontrar la que a ti te funcione y la que mejor se adapte a tu estilo de vida, puede ser suficiente con realizar ejercicio a diario, practicar yoga o pilates, someterte a masajes relajantes, salir a pasear, montar en bicicleta, hacer risoterapia, entre muchas otras.

En el caso de que no seas capaz de enfrentar la situación y experimentes un estrés prolongado y síntomas continuos de ansiedad, lo mejor es que te pongas en manos de un especialista y sigas todas sus instrucciones.

Por lo general, los orzuelos suelen curarse por sí solos al cabo de una semana aproximadamente si se llevan a cabo las medidas de higiene adecuadas y se mantiene la zona afectada libre de grasa y suciedad. Será fundamental acudir al médico de forma urgente en el caso de que el orzuelo no mejore pasadas unas 48 horas o si se da alguna de las situaciones que citamos a continuación:

• La inflamación del párpado se extiende hacia otras zonas del ojo o del rostro.
• Se presentan problemas de visión.
• El orzuelo provoca dolores muy intensos o una excesiva sensibilidad.
• El orzuelo presenta sangrado o hay muchas costras en la zona.
• Si después de una semana bajo tratamiento médico, el orzuelo no mejora.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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