Por qué no tengo orgasmos
El orgasmo femenino es un misterio, y uno muy complejo. Hay mujeres que no tienen ningún problema en alcanzarlo e incluso pueden tenerlo varias veces en un mismo encuentro, sin embargo, existen otras que por más que lo desean con todo el poder de su excitación, no consiguen ver luz, ni estrellas ni perder la razón a gritos. ¿Son anormales las mujeres que no consiguen tener un orgasmo? ¡Pues no! Para alcanzar el clímax son muchos los factores que intervienen y que tienen que estar en absoluto control al momento del acto sexual, por ejemplo, la mente, que puede ser traicionera o jugar a tu favor.
El orgasmo es la culminación de la excitación sexual, una sensación estremecedora, el mayor goce que el cuerpo puede experimentar, es la pérdida de la razón a través del placer, es la explosión de todos los sentidos y de cada parte del cuerpo. Siendo el orgasmo tan deseado y tan mágico, no es extraño que su ausencia represente frustración, miedo, vergüenza e incertidumbre, haciendo que aparezca esa interrogante que se vuelve constante: por qué no tengo orgasmos. Lo cierto es que las respuestas pueden ser muchas, y en este artículo de ONsalus te las explicamos.
El juego previo sí importa
Muchas personas no le dan a la estimulación previa la importancia que requiere y suelen creer que con escasos minutos de estimulación es suficiente para alcanzar la excitación total. Lo cierto es que el cuerpo femenino requiere 20 minutos para estar totalmente excitado, por esta razón muchas veces se da inicio a la penetración sin que la mujer esté del todo lubricada, dando lugar a un acto que puede ser doloroso y que cuyo ritmo puede ser desagradable para el placer de la mujer, impidiéndole alcanzar el orgasmo.
Cuando se realiza la estimulación adecuada y se toma el tiempo suficiente para excitar a la mujer esta se encuentra más preparada para recibir sensaciones y experimentar una excitación total. Eso sí, también es importante que la mujer se permita sentir, que libere todo tipo de control que pueda estar ejerciendo en su cuerpo y se concentre en notar aquellas caricias que le ocasionan placer. Por lo tanto, un acto sexual que se inicia muy pronto sin haber dedicado tiempo al juego previo dificulta la posibilidad del orgasmo femenino, pues es importante tener en cuenta que la excitación masculina es distinta a la femenina, ya que mientras que el hombre tiene una sola vía para transportar sensaciones al cerebro (el pene) la mujer cuenta con cuatro zonas erógenas en sus genitales que deben ser estimuladas correctamente.
¿Conoces tu cuerpo?
Muchas mujeres que se preguntan a menudo por qué no tengo orgasmos experimentan relaciones sexuales donde no son estimuladas en las zonas en que su cuerpo es capaz de percibir mayor placer. Para acabar con esta limitación es fundamental que la mujer se dedique a conocer a profundidad su zona íntima y descubra a través de la masturbación cuáles son los puntos claves que en sus genitales le ofrecen mayor excitación. También es importante reconocer otras zonas erógenas del cuerpo además de la vagina, tales como los senos, las orejas, el cuello, la entrepierna, las nalgas o los muslos.
Una vez que la mujer conoce de sobremanera en qué partes de su cuerpo debe ser acariciada podrá entonces guiar a su pareja para que esta pueda tocarle donde debe y cómo debe y ayudarle a estar más preparada al momento de la penetración para obtener un encuentro placentero y poder alcanzar el orgasmo.
La mente es traicionera
Durante el acto sexual pueden aparecer muchos pensamientos que distraen nuestra atención y nos impiden sentir placer. Muchas veces las inseguridades físicas se apoderan de nuestra mente durante el sexo, haciendo que comencemos a pensar si estamos gordas, si a nuestra pareja le gusta lo que ve, si tenemos más celulitis de un lado que del otro o si la panza y los senos rebotan al ritmo de a penetración: ¡basta!
Hay que hacer un esfuerzo por internalizar que en el sexo no hay cabida para los complejos, que es un momento que merecemos disfrutar y que de cualquier manera en que se encuentre nuestro físico somos capaces de recibir placer. Concentrarnos en las caricias que recibimos puede ayudarnos a centrar nuestra atención únicamente en lo que sentimos y ponerle freno a todos esos pensamientos que solo consiguen sabotear el placer. No es una tarea fácil, pero tampoco es imposible. Si eres de las que durante el sexo es víctima de sus pensamientos, encontrarás ese orgasmo que tanto deseas el día que te entregues en cuerpo y mente al acto sexual y te des el permiso de sentir y recibir todo el placer que estás pidiendo.
Si por el contrario consideras que lo has intentado todo y que no hay manera de que puedas desconectar en cada relación sexual, te aconsejamos que acudas a un psicólogo para que converses tus miedos e inseguridades en torno a la intimidad, muchas veces no tenemos orgasmos por una falta de autoestima o porque consideramos que el sexo es solo para el disfrute masculino. Afortunadamente este inconveniente tiene solución y una vez que tengas claro qué te frena podrás comenzar a experimentar todos los orgasmos que hasta ahora te has perdido.
La temida anorgasmia
La anorgasmia es la imposibilidad femenina de alcanzar el orgasmos durante la relación sexual. Esta condición puede ocurrir de forma primaria cuando el orgasmo no se consigue por ninguna vía de estimulación, o puede ser secundaria cuando se han tenido orgasmos en el pasado pero no en la actualidad.
Al contrario de lo que se cree, la anorgasmia es una afección que responde en 90% de los casos a cuestiones psicológicas y no fisiológicas, por lo que existen muchas alternativas para solucionarla. Si crees que este es tu problema, lo primero que debes hacer es visitar a un sexólogo que pueda ayudarte a descubrir por qué tu cuerpo y tu mente se resisten al placer o que pueda asesorarte sobre cómo superar un trauma que esté impidiendo que disfrutes del sexo.
Muchas veces a anorgasmia es causada por problemas maritales, falta de comunicación con la pareja, experiencias sexuales traumáticas, baja autoestima y sentimiento de culpa al tener relaciones sexuales. Sin embargo, también existen sustancias como las drogas, el alcohol y algunos medicamentos que estimulan la aparición de la anorgasmia. En ONsalus te ofrecemos los siguientes consejos que pueden ayudar a superar esta condición:
- Como mencionamos anteriormente, dedícate a conocer tu cuerpo para que puedas saber dónde y cómo recibir placer. Una buena manera de hacerlo es tocarte a solas y con la ayuda de un espejo para que observes tu zona íntima y reconozcas el ritmo, el lugar y la suavidad con la que te gusta ser tocada.
- En pareja, sugiere un juego previo más extenso para que puedas identificar cuáles son esas zonas erógenas de tu cuerpo donde sientes placer y que son ajenas a tus genitales: la oreja, el cuello, la pelvis, la nuca, etc.
- Retrasa lo más que puedas la penetración hasta que estés sumamente lubricada para que sientas aún más placer al momento del coito.
- Realiza los ejercicios de Kegel para fortalecer tu suelo pélvico y tener orgasmos más potentes.
- Lee literatura erótica para que tu imaginación vuele y seas más creativa al momento de necesitar placer.
- Libera tu mente de tabúes y pensamientos que te impidan disfrutar. Una buena manera es haciendo ejercicio todos los días, pues esto ayudará a mejorar tu autoestima y tu estado de ánimo.
Por qué no tengo orgasmos por penetración
La publicidad y las películas pornográficas nos han infundado el pensamiento de que toda mujer es capaz de obtener orgasmos poderosos únicamente con la penetración, y lo cierto es que no todas las mujeres tienen la capacidad de sentir placer durante el coito, sino que su mayor excitación se obtiene a través de la estimulación del clítoris, razón por la que obtienen orgasmo a través de la masturbación o el uso de juguetes y no a través del acto sexual.
Si te preocupa que no consigues alcanzar el orgasmo mientras mantienes relaciones sexuales con tu pareja, no te mortifiques es algo totalmente normal, pídele a tu compañero que durante la penetración estimule tu clítoris o cualquier otra zona de tu cuerpo que desencadene placer máximo en ti para que juntos puedan disfrutar el proceso de alcanzar el clímax. Si has tenido anteriormente orgasmos por penetración y ahora se te hace más difícil, verifica que estés bien lubricada al momento del acto sexual para que la relación no sea dolorosa y puedas sentir más placer.
Otras razones que dificultan alcanzar un orgasmo
- Estar bajo mucho estrés.
- Problemas con la pareja o monotonía sexual.
- Timidez al momento de pedir estimulación.
- Experiencias sexuales traumáticas.
- Prejuicios sexuales.
- Temor de quedar embarazada.
- Baja autoestima.
- Enfermedades como la esclerosis múltiple o problemas en la médula espinal.
- Depresión o ansiedad.
Si sospechas que tu problema podría deberse a una condición de salud subyacente no dudes en acudir a un médico para un chequeo general. Por otra parte si el problema reside en traumas pasados, inseguridad o temores, lo mejor es ir a un psicólogo o sexólogo para conversar acerca de lo que te preocupa y superarlo con éxito.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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