Tiña crural: causas y tratamiento

El contacto físico es una de las principales causas para el contagio de la tiña crural y se transmiten de una persona a otra. Si practicas algún deporte de contacto, eres propenso a desarrollar esta infección. El sobrepeso y la sudoración excesiva también es otra de las causas de la tiña inguinal, ya que el hongo prolifera en lugares húmedos.

Aunque es más común en hombres, las mujeres también pueden desarrollarlo, debería evitarse la ropa interior muy apretada y usar soportes atléticos que no han sido lavados después de su uso. Tener otros problemas dermatológicos, facilita el contagio, así como tener un sistema inmunológico débil.

Por lo general se sugieren ungüentos antimicótico, lociones o polvos. Los corticoides en pomada no son recomendables en el tratamiento tópico de un hongo, ya que bajan las defensas locales y permiten que este prolifere. Para infecciones generalizadas puede recetarse un antimicótico en pastillas.

Aunque se esté en tratamiento el hongo puede reproducirse, porque lo que hay que cambiar es la predisposición a albergarlo. La clave siempre será una higiene personal adecuada e intentar mantener seca el área donde se encuentra la erupción. Preferir ropa que no sea apretada ni muy gruesa, sobre todo en climas cálidos, para no favorecer la proliferación del hongo. Si se tiene pie de atleta al mismo tiempo, este también debe ser tratado.

El tratamiento de una tiña ha de ser prolongado (a veces, incluso un par de meses). El motivo es que la infección se encuentra entre las diferentes capas de la piel. Y la crema, pese a ser eficaz, puede tardar en hacer efecto. Pero el ketoconazol es un tratamiento correcto.

Si prefiere un tratamiento natural para esta infección, te proporcionamos algunos remedios caseros para tratar la tiña crural:

• Ajo y aceite de oliva: el ajo es un antimicótico natural y aliviará la inflamación y la picazón. En una licuadora colocar 3 dientes de ajo y una cucharadita de aceite de oliva, mezclar hasta obtener una pasta y aplica en la zona afectada. Deja secar y limpia con agua, puedes repetir este procedimiento dos o tres veces al día.
• Vinagre de manzana: evita que el hongo se propague, gracias a las propiedades ácidas del vinagre. Mezcle 2 tazas de agua y media taza de vinagre de manzana, antes lave el área con un jabón antiséptico. Limpia la zona afectada humedeciendo un paño con la mezcla anterior. Repite el procedimiento dos veces al día.
• Aceite de coco: tiene propiedades antibacterianas, lo que puede ser efectivo para evitar que el hongo se expanda. Se debe aplicar tres veces al día en el área afectada.

Si ha tomado las medidas de prevención necesarias y el problema persiste por más de dos semanas o ha vuelto a aparecer, es hora de visitar a un especialista.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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