Sensaciones raras en la cabeza: causas y tratamiento

El estrés y la ansiedad son reacciones normales del ser humano que se pueden manifestar ante situaciones de amenaza y preocupación. Son parte de una respuesta de lucha que mantiene al cuerpo seguro para afrontar el peligro.

No obstante, algunas veces, se presentan de manera continua y reiterada provocando episodios crónicos de estrés y ansiedad que inevitablemente afectan a la salud, ya que causan malestar físicos y psicológico e interfieren significativamente en la rutina diaria.

Las crisis de estrés y ansiedad generan con frecuencia tensiones musculares en la cabeza y producen sensaciones raras en toda esa área, como una presión que produce un dolor intermitente, pinchazos, vahídos y, en ocasiones, hasta zumbido en los oídos.

Ante estas circunstancias es importante acudir a un experto para determinar lo que está detonando esta situación y tratarlo con la mayor brevedad posible de manera efectiva para evitar daños físicos y psicológicos mayores.

Tratamiento

Diversas estrategias y técnicas son utilizadas para manejar los episodios de estrés y ansiedad, entre ellos, realizar ciertos cambios en el estilo de vida, que incluye mantener una dieta equilibrada, limitar el consumo de café, dormir lo suficiente y hacer ejercicios de relajación con respiración profunda.

También, la psicoterapia es una alternativa de tratamiento y la administración de algunos medicamentos previa prescripción médica, como los inhibidores selectivos en la recaptación de serotonina y los ansiolíticos. Estos fármacos ayudan a minimizar los cuadros de ansiedad y producen tranquilidad.

La migraña es una enfermedad propia del cerebro que se desarrolla cuando ocurren cambios significativos en la circulación de la sangre, las sustancias químicas que este procesa y su actividad eléctrica.

Esta afección produce casi siempre un dolor de cabeza recurrente, de carácter punzante, generalmente, de un solo lado, acompañado casi siempre por otras sensaciones raras en la cabeza, como mareos, vómitos, somnolencia y hormigueo. También, según la intensidad de la migraña, se pueden desarrollar otros malestares adicionales que involucran dificultad visual, vértigo, estreñimiento, sensibilidad al sonido, rigidez en el cuello, entre otros síntomas.

Tratamiento

No existe un tratamiento curativo para esta enfermedad, sin embargo, con algunos tratamientos farmacológicos y naturales se puede reducir la frecuencia de las crisis, su duración e intensidad. Generalmente, el médico tratante recomienda el uso de analgésicos, como el ibuprofeno, aspirina o paracetamol para minimizar el dolor agudo y detener los otros síntomas que puedan presentarse.

Igualmente, según la particularidad del caso, el especialista puede indicar medicamentos más específicos en forma de píldoras, inyecciones o atomizador nasal como Sumatriptan, Migranal, Reyvow, entre otros, para bloquear las vías del dolor en el cerebro de manera significativa.

Posteriormente, una vez superada la crisis, el médico puede indicar medicamentos preventivos para reducir la frecuencia de las migrañas, particularmente, si el paciente sufre de dolores y sensaciones raras en la cabeza reiteradamente.

Los trastornos del sueño están vinculados con problemas para dormir, es decir, dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Esta situación hace que el cuerpo se fatigue y se genere un desequilibrio entre las neuronas y células de todo el organismo. El no dormir bien ocasiona diversos malestares y sensaciones raras en la cabeza, entre ellos, mareos, presión y dolor en la parte frontal y lateral, afectando a la salud y calidad de vida de la persona.

Tratamiento

Inicialmente, para aliviar los problemas del sueño, necesariamente se deben cambiar ciertos hábitos a la hora de dormir y reducir el estrés o tratar cualquier problema o afección que pueda estar interfiriendo en la conciliación del sueño.

En situaciones más complejas de insomnio, el médico suele recomendar terapia cognitiva conductual para controlar o eliminar los pensamientos perturbadores y aquellas acciones negativas que puedan mantener a la persona despierta. También suele aconsejar terapias de relajación, restricción del sueño durante el día y fototerapia.

Por otra parte, en ocasiones, el especialista puede indicar somníferos por un tiempo corto para ayudar a conciliar el sueño y poder dormir con regularidad.

Los problemas de visión en muchas ocasiones están asociados a la edad de la persona, es decir, son propios de la vejez, como la presbicia, pero en otras están vinculados a defectos en la refracción visual, impidiendo observar la nitidez de los objetos a cierta distancia, como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía.

Asimismo, pueden aparecer otros problemas en la vista a casusa de lesiones nerviosas que debilitan los músculos del ojo y que deben atenderse con prontitud, ya que afectan considerablemente al equilibrio de la persona, limitando su rutina personal y laboral.

Dentro de este contexto, estos problemas visuales, normalmente, producen dolor y cansancio en los ojos, visión borrosa y, en ocasiones, provocan sensaciones extrañas en la cabeza como dolor de cabeza, hormigueo, presión y mareos debido a la permanente fatiga ocular.

Tratamiento

El tratamiento para combatir los problemas de vista cambian según la patología que afecta al ojo, por lo tanto, el oftalmólogo pude indicar lentes correctivos en casos de hipermetropía y astigmatismo, cirugía refractiva en casos de miopía, o cirugía láser para la presbicia.

A pesar de que la mayoría de medicamentos sirven para mejorar y curar patologías, a veces, pueden causar reacciones no deseadas o efectos secundarios sobre el organismo producto de una dosis inadecuada, la interacción con otros fármacos o una reacción específica a algún componente activo.

Por lo general, estos efectos suelen ser leves y están asociados a dolores estomacales, boca seca, somnolencia y sensaciones raras en la cabeza, como un dolor intermitente de cabeza, mareo, sofocos y vértigo, que tienden a desaparecer al dejar de tomar el medicamento. En otras circunstancias, los efectos secundarios pueden ser más delicados e interactuar con una enfermedad ya existente y provocar reacciones adversas como taquicardia, vómitos o reacciones alérgicas agudas.

Tratamiento

Lo inmediato en estos casos es comunicarle al médico tratante la situación para que evalúe lo que está sucediendo y determine la posibilidad de reducir la dosis o cambiar el fármaco por otro.

Por otra parte, es importante tomar los medicamentos con los alimentos, salvo en casos especiales que se indique no hacerlo, tomar previamente algún protector gástrico, probióticos y mantener una hidratación adecuada.

Las infecciones de las vías respiratorias superiores y alergias pueden causar inflamación en la nariz, los senos paranasales y la garganta y provocar malestares generales en el cuerpo, prevaleciendo la zona de la cabeza, puesto que todo el área afectada se comunica con ella.

En atención a esto, la sinusitis, la faringitis y la bronquitis son infecciones que provocan diversos malestares como dolor de cabeza, tos, rinorrea, fiebre y sensaciones raras en la cabeza, como presión en la parte delantera, dolor y hormigueo en la cara.

Tratamiento

El tratamiento para las infecciones respiratorias superiores dependerá de la causa, sin embargo, el médico tratante ante estas situaciones indicará reposo absoluto, mucha hidratación y un protocolo de medicamentos que comprende analgésicos, antipiréticos y antibióticos para aliviar el dolor, bajar la temperatura y combatir el virus o bacteria presente, según el caso.

Diferentes trastornos neurológicos suelen producir cambios en la actividad eléctrica del cerebro y en la capacidad para procesar la información sensorial, desencadenando diversos malestares que pueden variar y agudizarse según la particularidad del caso, ya que el sistema nervioso controla muchas funciones corporales diferentes.

Muchos de estos malestares se reflejan en la cabeza, como la presencia de cefalea, sensaciones raras en la cabeza como hormigueo, pinchazos con agujas o como si algo se estuviera arrastrando por el cerebro. También los síntomas neurológicos se manifiestan como dolor de espalda, disfunción muscular, entumecimiento cutáneo, pérdida parcial de la visión, entre otros.

Estas situaciones son muy delicadas, por lo que que se debe prestar atención ante cualquier malestar, más aún si hay un cambio significativo en el patrón de dolores de cabeza o empeoran constantemente.

Tratamiento

Los tratamientos neurológicos se establecen según la patología diagnosticada. Por lo general, el especialista indica inicialmente la neurorehabilitación con la finalidad de minimizar las deficiencias funcionales y paliar los síntomas.

Lo ideal es seguir un protocolo de atención neurológica integral en el que se contemplen fármacos específicos según la enfermedad del paciente y fisioterapia neurológica para conseguir una autonomía significativa en las actividades rutinarias de la persona, mejorar la destreza y reducir los dolores a raíz de la lesión.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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