Remedios de la abuela para bajar la tensión

El ajo es conocido por todos los beneficios de salud que nos brinda, incluyendo la disminución de la presión arterial alta o lo que se conoce como hipertensión.

Este remedio ancestral es conocido científicamente como Allium sativum, y nuestras abuelas saben perfectamente que es un pilar para controlar la hipertensión. El secreto radica en su compuesto conocido como alicina que actúa como vasodilatador, relajando los vasos sanguíneos y mejorando la circulación, lo que a su vez baja la tensión de manera natural.

Las abuelas recomiendan comer un diente de ajo crudo en ayunas acompañado de agua tibia y con limón para potenciar su efecto. Otra opción útil es macerar ajo en aceite de oliva o miel para suavizar su sabor.

Más allá de los beneficios para la tensión, el ajo también:

• Fortalece el sistema inmunológico.
• Disminuye el colesterol.
• Tiene propiedades antibióticas.

Ciertamente, el ajo es un remedio de la abuela efectivo y económico que favorece la salud cardiovascular, siempre y cuando sea utilizado con precaución y con un estilo de vida saludable. Aunque el ajo puede ser beneficioso, no sustituye el tratamiento médico ni las recomendaciones brindadas por tu médico de cabecera.

La tensión alta también puede ser tratada con un remedio casero muy popular en muchas culturas, la infusión de perejil. Esta planta, además de ser utilizada en la gastronomía, también tiene propiedades medicinales que se han utilizado desde hace mucho tiempo para tratar diversos problemas de salud.

El perejil es rico en:

• Antioxidantes.
• Vitamina C.
• Vitamina K.
• Potasio.
• Magnesio.
• Y antiinflamatorios que benefician el sistema cardiovascular.

Para preparar esta infusión, puedes utilizar un manojo de perejil fresco y lavarlo cuidadosamente para eliminar todo tipo de impurezas presentes. Hierve aproximadamente una taza de agua y, una vez que hierva, añade unas ramas de perejil. Deja reposar al menos 10 minutos, luego, cuélalo y bebe preferiblemente en ayunas o 3 veces al día.

No debes exceder esta dosis diaria, ya que el perejil en exceso puede tener efectos adversos, especialmente en personas que ya sufren de problemas renales o durante el embarazo.

La infusión de perejil es un remedio efectivo de la abuela; funciona como un diurético natural que ayuda a eliminar el exceso de líquidos, reduciendo así la presión arterial. No debe sustituir el tratamiento médico; solo puede ser complementario la infusión de perejil, la alimentación saludable y el ejercicio regular.

Otro remedio popular de la abuela para bajar la tensión y promover la salud cardiovascular es la planta de olivo, especialmente sus hojas. Contiene componentes ricos en antioxidantes y antiinflamatorios que ayudan a mejorar la circulación de la sangre y a regular la presión arterial.

Preparar un té de hojas de olivo es sencillo y bastante económico, lo que lo convierte en un remedio accesible para muchas personas. Para prepararlo, coloca unas hojas secas o frescas en una olla con agua y deja que hierva durante aproximadamente 10 o 15 minutos; luego cuela la infusión. Puedes consumirla preferiblemente dos veces al día, acompañada con un poco de miel si deseas un sabor más agradable.

El té de hojas de olivo no reemplaza el tratamiento médico; su uso consciente y responsable contribuye a mejorar la salud cardiovascular.

Durante generaciones, las abuelas y las personas mayores han confiado en el espino blanco (un arbusto que produce pequeñas flores blancas y frutos rojos) para disminuir la presión arterial gracias a sus propiedades beneficiosas tanto para el corazón como para el sistema circulatorio.

La infusión de espino blanco es un tesoro en la herbolaria tradicional; es alta en flavonoides y proantocianidinas. Ambos compuestos favorecen los vasos sanguíneos, mejoran la circulación y promueven la relajación arterial. Asimismo, el espino blanco tiene un efecto ligeramente diurético, lo que contribuye con la hipertensión.

Para prepararlo solo va a servir una taza con agua y añadir una cucharadita de hojas y flores secas de espino blanco; tápalo y déjalo reposar de 8 a 10 minutos para que libere todos sus principios activos. Seguidamente cuela y endúlzalo con miel si así lo deseas. Es recomendable beber de una a dos tazas al día, especialmente por las mañanas y antes de dormir, para obtener sus beneficios gradualmente.

Aunque es una planta segura en dosis moderadas, lo recomendable es no combinarla con medicamentos para la presión arterial sin la supervisión médica y mucho menos en personas con problemas cardíacos ni embarazadas.

Otro remedio de la abuela para controlar la tensión arterial es el vinagre de sidra de manzana. Su popularidad como aliados para el sistema cardiovascular ha perdurado hasta la fecha.

El vinagre de sidra de manzana es rico en potasio y ácido acético; uno contrarresta el efecto del sodio en el organismo ayudando a equilibrar los niveles de presión y el otro promueve la vasodilatación relajando las paredes de los vasos sanguíneos y mejorando la circulación. Así mismo, actúa como un suave diurético que favorece la eliminación de líquidos retenidos, otro factor clave en el control de la tensión.

Para aprovechar sus propiedades, lo recomendable es diluir una o dos cucharadas de vinagre de sidra de manzana, preferiblemente orgánico, en un vaso de agua tibia. Puedes endulzarlo con una cucharadita de miel si así lo deseas para mejorar su sabor. Debes tomarlo en ayunas para potenciar su absorción o antes de las comidas para ayudar también en la digestión.

Este remedio ha sido heredado de generación en generación y ha demostrado que es una solución simple y efectiva para bajar la tensión.

En la sabiduría popular, nuestras abuelas recomiendan infusiones de pasiflora, valeriana y tilo como una manera confiable para calmar los nervios y a su vez para mantener una presión arterial equilibrada. Estas plantas son conocidas por sus propiedades sedantes y vasodilatadoras, ofreciendo una solución efectiva contra la hipertensión arterial relacionada con el estrés y la ansiedad.

• La pasiflora o flor de la pasión es un relajante natural que disminuye la actividad del sistema nervioso central, disminuye la frecuencia cardíaca y a su vez la presión arterial. Sus flavonoides dilatan los vasos sanguíneos y mejoran la circulación.
• La valeriana es famosa por inducir la relajación y el sueño; disminuye tanto la ansiedad como el estrés, ambos factores que suelen elevar la presión arterial. La valeriana actúa como un sedante suave que disminuye la tensión muscular y promueve un estado de calma.
• Finalmente, las flores de tila tienen propiedades vasodilatadoras y diuréticas, que contribuyen a la reducción de la presión arterial. Su efecto se basa en calmar el nerviosismo y favorecer el descanso, esencial para un corazón sano.

Para preparar una infusión relajante y obtener máximos beneficios, puedes preparar una infusión con una cucharadita de la planta seca (pasiflora, valeriana o tilo) y 1 taza de agua hirviendo. Déjalo reposar de 8 a 10 minutos, cuela y bebe preferiblemente por la tarde o noche.

Cualquiera de estas infusiones es efectivo cuando se consume regularmente; sin embargo, no puede sustituir el tratamiento médico. Estas infusiones, combinado con un estilo de vida saludable, pueden ser un aliado valioso para mantener equilibrio cardiovascular y emocional.

Desde hace mucho tiempo las abuelas han confiado en el poder curativo de los alimentos naturales y el jugo de remolacha no es una excepción; es uno de los remedios más valorados para mantener una presión arterial saludable.

El secreto de la remolacha radica en el alto contenido de nitratos naturales que el cuerpo convierte en óxido nítrico y este a su vez actúa como un vasodilatador, relajando y expandiendo los vasos sanguíneos, haciendo que la sangre fluya con mayor facilidad y disminuyendo la presión sobre las paredes arteriales.

Preparar este elixir saludable es de manera sencilla: lava y pela dos remolachas medianas, córtalas en trozos y licúalas con un vaso de agua. Puedes colarla y beberla preferiblemente en las mañanas. Para mejorar el sabor, puedes añadir manzana verde o un trozo de jengibre que además potenciaría su efecto saludable.

El jugo de remolacha es un perfecto ejemplo de que tu alimento puede ser tu medicina.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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