Causas de los glóbulos blancos altos

• Problemas en la médula ósea: se presenta cuando la médula produce más leucocitos de lo que se necesita. Esta condición puede ser provocada por enfermedades como la leucemia o diversos tumores.
• Inflamación: una hinchazón o un dolor es una probable razón por la que aumenta la cantidad de glóbulos blancos, motivo por el que este cuadro no necesariamente tiene que ser grave. Por ejemplo la artritis, debido a que es una inflamación de las articulaciones, suele producir este incremento.
• Estrés tanto emocional como físico: este último puede aparecer si se tiene mucho desgaste físico.
• Reacción del sistema inmune: el mismo puede responder frente a diferentes circunstancias que ponen en riesgo a nuestro cuerpo, por ejemplo, una fuerte alergia o la invasión de un organismo extraño.
• Ingesta de ciertas sustancias: el consumo de medicamentos, drogas o estupefacientes pueden aumentar los niveles de glóbulos blancos en la sangre. Algunas medicinas comunes que consiguen este efecto son las empleadas para tratar la inflamación, el cáncer o los problemas respiratorios.
• Tejido corporal dañado: los glóbulos blancos pueden subir frente a una quemadura importante una lesión considerable en la piel.

Debido a que las causas de los glóbulos altos son diversas, resulta imprescindible acudir a un hematólogo o a nuestro médico de cabecera para determinar la razón exacta que está produciendo tal incremento, y aplicar el tratamiento adecuado en el caso de ser necesario.

Posiblemente no se observen síntomas o signos que determinen niveles altos de leucocitos en nuestro cuerpo, no obstante dentro de los indicios más frecuentes que pueden indicar esta condición destacan síntomas como:

• Fiebre.
• Aparición de moretones inusuales.
• Pérdida del apetito o pérdida de peso sin intentarlo.
• Mareo, nauseas y aumento del sudor corporal.
• Cansancio, fatiga y debilidad.
• Dificultad para respirar.
• Problemas de visión.
• Desmayos.
• Hormigueo en brazos, piernas o abdomen.

No hay que alarmarse si los glóbulos blancos están por arriba de los valores normales si tienes o acabas de salir de alguna enfermedad viral, infecciosa o bacteriana. En este caso el ascenso es completamente normal, se trata de una medida de nuestro cuerpo para combatir a los invasores y garantizar la recuperación.

Si este no es el caso y sigues con los niveles de leucocitos por encima de lo común, es necesario acudir a un especialista para que pueda determinar el origen del problema y encontrar el tratamiento más adecuado. Mediante un examen de sangre se podrá determinar el número de leucocitos presentes y la cantidad correspondiente a cada tipo de glóbulo blanco, y de ser necesario también un examen de médula ósea para encontrar la posible causa del aumento de leucocitos.

Sin embargo, existen algunos alimentos y tips que ayudarán a reducir los glóbulos blancos:

• Comer abundantes frutas y verduras, ya que ayudan a purgar nuestra sangre y fortalecer el sistema inmunológico gracias a su gran contenido de agua, minerales, vitaminas, antioxidantes y fibras. Por ejemplo frutas como las cerezas, uvas, manzanas, melón, limón, naranja, kiwi y piña, además de algunas verduras como la cebolla, el ajo, perejil y apio. Es importante también evitar aquello que debilita la inmunidad, como los alimentos fritos y los refrescos.
• Ingerir nueces, semillas y cereales como avena, trigo, arroz integral y salvado.
• Consumir verduras crucíferas como espinaca, brócoli y coliflor.
• Beber solamente agua mineral o jugos naturales y reducir el consumo de lácteos.
• Evitar el estrés durmiendo lo suficiente, no descansar adecuadamente nos hace más propensos a enfermarnos.
• Reducir al mínimo las sustancias que provoquen inflamación corporal, por ejemplo, el cigarrillo, el consumo de alimentos ricos en sal o de mucho azúcar.

Purificar nuestro cuerpo por dentro es estimular los mecanismos necesarios para eliminar las toxinas del organismo, mantener los niveles adecuados de glóbulos rojos y blancos y, de esta forma, subir nuestras defensas y evitar enfermedades.

Para conseguirlo, tomar una taza de agua caliente con jugo de limón en ayunas podrá ayudarnos. Luego de 30 minutos, tomar un jugo natural licuando manzana, apio y zanahoria en partes iguales. A mitad de la mañana se puede comer una manzana o beber otro zumo, esta vez de piña o uva.

Para el almuerzo, una ensalada grande de tomates, perejil, aceitunas y cebollas. Es preferible acompañar esto de agua mineral o un jugo de hortalizas. En la noche, comer un puré de manzanas con tofu.

Este es un simple ejemplo de una dieta basada en los alimentos que ayudan a reducir el nivel de leucocitos en la sangre. Hay que tener en cuenta que las verduras que se coman en el proceso de depuración de la sangre, deben estar al vapor o poco cocidas y estar condimentadas con un poco de limón y hierbas frescas.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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