Cáncer de vejiga: causas, síntomas y tratamiento

Aunque no se puede establecer una causa directa que implique el desarrollo del cáncer de vejiga, hay un conjunto de factores que podrían contribuir a que una persona lo padezca. Alguno de estos factores puede corregirse, mientras que otros no. Esto no significa que las personas que presenten alguno de estos vayan a desarrollar cáncer de véjiga, del mismo modo que tampoco implica que aquellas que no presentan ninguno no cuenten con ningún riesgo.

• Tabaco. Como de costumbre, el tabaco es una de las causas de innumerables dolencias. En el caso del cáncer de vejiga forma el primer puesto como factor que podría aumentar el riesgo de sufrirlo. Un hecho es que la mitad de la gente que padece de cáncer de vejiga es por fumar. Esto se explica porque las sustancias químicas que tiene el tabaco se filtran a los pulmones, de estos pasan a la sangre, y de la sangre se filtran a los riñones. Esto provoca que las sustancias queden en la orina produciendo daños en las células de la pared interior de la vejiga. Por ello, el riesgo de sufrir cáncer de vejiga es superior.
• Sustancias químicas. Algunos productos químicos como determinados metales, colorantes y gomas también están relacionados con el cáncer de vejiga. Por ello, algunos trabajadores que están expuestos directamente a las sustancias que se emplean para elaborar estos materiales, podrían tener una mayor posibilidad de desarrollarlo.
• Edad y sexo. El cáncer es más frecuente en gente de edad avanzada, por lo que a mayor edad, mayor riesgo. El 90% de los pacientes de cáncer de vejiga son mayores de 55 años. Por otro lado, los hombres son más propensos a sufrirlo que las mujeres.
• Antecedentes familiares. En el caso de que existan familiares que hayan padecido la enfermedad, el riesgo también es mayor.
• Irritación de vejiga. Algunas de las causas que originan irritación crónica en la vejiga como los cálculos renales e infecciones urinarias podrían estar vinculados al cáncer de vejiga.
• El consumo de algunos medicamentos y ciertos suplementos alimenticios también podrían estar relacionados con el cáncer de vejiga. En el primer caso, se trata de un medicamento contra la diabetes, el cual podría ser peligroso para este cáncer si se consume durante más de un año. En cuanto a los suplementos alimenticios, se trata de una hierbas que provienen de la familia Aristolochia.

Algunos de los síntomas más frecuentes del cáncer de vejiga son los siguientes:

• Hematuria. Se trata del principal síntoma de este tipo de cáncer y consiste en la expulsión de sangre con la orina. El color puede variar en función de la cantidad de sangre que contenga la orina, por lo que puede presentarse en un tono rosa pálido o un tono más rojo. El hecho de expulsar más sangre no implica que el tumor sea más grande. Por otro lado, hay que tener en cuenta que orinar sangre no siempre es sinónimo de que se padezca un cáncer de orina, ya que puede ser causa de otras enfermedades.
• Necesidad de orinar, también conocida como tenesmo, aún cuando la vejiga está vacía. Es un síntoma muy frecuente y consiste en la sensación de querer orinar sin llegar a hacerlo.
• Dolor o sensación de escozor al orinar, también conocido como disuria.
• También es habitual la aparición de síntomas como una meno fuerza de la orina.
• Algunos de los síntomas del cáncer avanzado implican no poder orinar, dolor de huesos e hinchazón en los pies.

El tratamiento para el cáncer de vejiga dependerá principalmente del estadio en el que se encuentre. El estadio se traduce como el tamaño que tiene el tumor y su propagación. Cada estadio supone un mayor riesgo y un paso más en el desarrollo del cáncer. Algunos elementos que intervienen cuando se piensa en las distintas opciones de tratamiento son la edad, la salud general del paciente y otros factores que podrían suponer un mayor riesgo.

Estos son los tratamientos que suelen aplicarse para los distintos estadios del cáncer de vejiga:

• Quimioterapia. Consiste en la administración de medicamentos para combatir las células cancerosas. Se puede administrar vía oral o a través de la sangre. Existen diferentes formas de llevar a cabo la quimioterapia, entre las que se encuentran la local, con la que se administra en el área que se quiere tratar, y la que se suministra a través de la sangre para que llegue a todas partes a través del torrente sanguíneo.
• Radioterapia. Otra forma de destruir las células cancerosas es mediante radiación. la radiación puede ser utilizada para tratar el cáncer de vejiga en etapa temprana, así como tratamiento para aquellas personas que no puedes someterse a quimioterapia. También puede emplearse en aquellos casos de cáncer de vejiga avanzado y para prevenir y tratar los síntomas que el cáncer de vejiga produce.
• Terapia intravesical. En este caso, se inyecta un medicamento directamente en la vejiga con el fin de combatir las células cancerosas de la vejiga, por lo que cualquier célula que se encuentre fuera de la vejiga no es eliminada. Por ello, este tratamiento solo se aplica en aquellos casos en los que el cáncer no es invasivo.
• Cirugía. Se emplea en el caso de que el tumor no sea muy grande y no se haya extendido. Dependiendo de cada caso, se puede extirpar la vejiga y sus tejidos y, en ocasiones, la uretra.

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