¿Puedo embarazarme si tengo hipertensión?

Ante la duda de si puedes embarazarte si tienes hipertensión, la respuesta es breve: sí, si puedes quedar embarazada sufriendo de hipertensión, ya que el aparato reproductor femenino no se ve afectado ni la mujer se vuelve estéril con dicho diagnóstico. Sin embargo, debes saber que la hipertensión es una de las enfermedades que puede complicar el embarazo, por lo que es importante que antes de tomar la decisión de ser madre, consultes con tu cardiólogo y ginecólogo qué riesgos existen en tu caso si se llegara a dar tal escenario.

¿Por qué debes consultarlo con el médico? Porque cada mujer es diferente y cada hipertensión también. Solo tus médicos podrán decirte, tomando en cuenta tu tipo de presión arterial, el comportamiento de tu corazón y la frecuencia de elevaciones de tensión, qué tan saludable sería salir embarazada tanto para ti como para el bebé. Y es que sufrir se hipertensión durante el embarazo representa un riesgo muy importante para la salud que hay que tomar en cuenta, a continuación te explicamos por qué.

La hipertensión en el embarazo pone en riesgo la salud de la madre y del feto, incluso cuando la mujer es hipertensa antes del embarazo o ha desarrollado presión alta durante el mismo, lo cual se conoce como hipertensión gestacional.

En vista de que la circulación sanguínea de la madre no es estable, el cuerpo no puede recibir correctamente los nutrientes, lo cual sucede también en la placenta y puede ser causa de que el bebé nazca con un peso muy bajo o se adelante el parto y el bebé nazca prematuro. El aumento de riesgo de sufrir alguna de estas complicaciones dependerá del tipo de hipertensión de la mujer embarazada y del control que haya ejercido sobre la mismo durante el periodo de gestación.

En nuestro artículo tensión alta en el embarazo: riesgos y tratamientos, te explicamos más acerca de esta condición durante la gestación.

Preeclampsia

Esta subida de tensión es quizá la más seria que se puede presentar. Usualmente ocurre de manera repentina a partir de la semana 20 del embarazo y se caracteriza por una presión arterial muy elevada a causa de cambios propios del embarazo y la presencia de proteínas en la orina. Para disminuir los riesgos que esta afección puede causar a la vida de la madre y del feto, es importante controlarla a tiempo y monitorearla constantemente para evitar que se convierta en una eclampsia, que es la complicación de la hipertensión acompañada de convulsiones y estado de coma.

Hipertensión gestacional

Se trata de una hipertensión pasajera que ocurre durante el embarazo, debido a cambios que la gestación causa en el organismo, y en la mayoría de los casos desaparece después del parto. Si aparece en la semana 20 del embarazo el 50% de los casos deriva en preclampsia. Si ocurre después de las 36 semanas se considera una afección moderada.

Hipertensión crónica

Es aquella que fue diagnosticada antes de que la madre saliera embarazada o que apareció antes de las 20 semanas de embarazo. Por lo general se desconoce su causa y es una condición que permanece después del parto. Debe ser minuciosamente vigilada y tratada durante todo el embarazo para que no cause daño a la madre ni al feto. Entre sus cuidados amerita que la mujer controle de manera estricta su alimentación evitando el consumo de sal, ya que esta sustancia es uno de los principales detonantes de los niveles elevados de tensión. Manejar el estrés, los nervios y el peso también es muy importante.

Hipertensión crónica más preclampsia

Ocurre cuando la preclampsia se presenta en una madre diagnosticada con hipertensión antes del embarazo. Esto le sucede al 25% de las mujeres hipertensas que salen embarazadas y es causado por un aumento del ácido úrico en sangre. Este escenario es uno de los más peligrosos, ya que puede desencadenar convulsiones, daño renal, daño hepático y disminución de plaquetas en sangre.

Lo primero que se debe hacer es vigilar constantemente los niveles de presión arterial, por lo que se sugieren mediciones diarias y varias veces al día. Asimismo, es importante que la mujer vigile su alimentación: que coma bajo en sal, disminuya el consumo de grasas, cuide su peso y realice a menos 30 minutos diarios de actividad física de bajo impacto.

¿Se puede medicar una mujer embarazada para la hipertensión?

Depende. Al comienzo de embarazo si la madre ya es hipertensa, es probable que se le pida que suspenda todos los tratamientos para observar cómo se comporta su corazón y para proteger la formación del feto durante el primer trimestre, manteniéndolo libre y protegido de sustancias químicas que puedan causarle algún daño.

Sin embargo, si después de la semana 20 de embarazo la mujer empieza a presentar elevaciones constantes de la presión arterial es posible que el médico evalúe la necesidad de una medicación para evitar que dicha hipertensión derive en una preeclampsia. Esta decisión solo puede ser tomada por los médicos tratantes: cardiólogo y ginecólogo obstetra.

Cuando la madre presenta una hipertensión muy grave es posible que requiera de hospitalización para un control y supervisión más rigurosa, ya que si esta condición sigue empeorando a medida que avanza el embarazo la madre puede experimentar inflamación cerebral, insuficiencia renal y cardíaca y hasta la muerte. En el caso del feto, este escenario puede causar desprendimiento prematuro de la placenta, lo cual interrumpe el suministro de nutrientes y de oxígeno al feto y puede causar su muerte.

Afortunadamente, siempre que la madre cumpla al pie de la letra todas las recomendaciones y sea vigilada constantemente por sus médicos, las complicaciones tan mayores se pueden prevenir.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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