Somniloquia: tratamiento y causas

Hablar o emitir algún sonido en algún momento al estar dormido es considerado como un episodio esporádico que puede ocurrir sin causa aparente y no necesariamente tiene porqué estar relacionado con enfermedades u otros trastornos del sueño. Sin embargo, algunos aspectos que deben tomarse en consideración es la edad de la persona, ya que es más frecuente que los niños presenten este trastorno y tiende a disminuir o desaparecer con el avance de la edad, y los antecedentes familiares, aunque no está comprobado, podría haber más probabilidad de desarrollar somniloquia si alguien en la familia lo ha padecido.

Por otra parte, si el hablar dormido es acompañado por otros comportamientos y llega a afectar el bienestar de la persona, es muy probable que se trate de un síntoma de algún otro problema y en este caso es necesario recurrir con un especialista para detectar qué lo está originando y poder resolverlo. Algunos posibles detonantes de somniloquia son:

• Ser sonámbulo.
• Sufrir de terrores nocturnos o de catatrenia
• Practicar malos hábitos alimenticios, especialmente los nocturnos.
• Tener exceso de trabajo.
• Padecer estrés o ansiedad.
• Realizar actividades físicas exigentes y descansar poco.
• Tener fiebre.
• Consumir algún medicamento.
• Ingerir bebidas alcohólicas o fumar.
• Consumir drogas.
• Padecer algún trastorno mental.

Si el hecho de hablar dormido es constante y duradero, está relacionado con otros trastornos que afectan la calidad de vida o es muy molesto para el compañero de habitación, puede realizarse una consulta con el especialista. De lo contrario, no es necesario seguir un tratamiento al no representar un problema de salud.

Como la somniloquia no es una enfermedad, no existe una forma de eliminarla completamente, sobre todo si aparece por sí sola. Sin embargo, con la ayuda del médico es posible reducir los episodios o intentar identificar si existe alguna causa, y para ello es importante determinar desde cuando pudo haber iniciado dicho trastorno, informar al especialista de tus hábitos alimenticios, historial médico y otras actividades diarias. Además, es recomendable empezar un diario de sueño con el objetivo de identificar algún patrón de comportamiento que podría estar relacionado con el problema.

Por otro lado, cuando la causa es evidente es muy fácil combatir la somniloquia, especialmente cuando se trata de un síntoma por el consumo de ciertas cosas o malos hábitos, ya que basta con retirarlas y notar mejorías en poco tiempo. Mientras que, en el caso de trastornos de sueño o enfermedades, el tratamiento puede incluir psicoterapia y la administración de fármacos según sea el caso y para ello debe seguir un control constante con el especialista.

Además del tratamiento convencional que recomiende el especialista, modificar algunos hábitos puede favorecer un mejor estado de descanso y ayudar a disminuir los episodios de somniloquia. Entre dichas medidas destacan:

• Duerme no menos de 7 horas por noche, además de tener más tiempo para descansar, disminuye el estrés y la ansiedad.
• El dormitorio debe estar en un área tranquila, sin ruidos y permanecer oscuro por las noches. Es aconsejable no dormir con iluminación y en caso de ser necesario se puede usar una pequeña lámpara de luz led.
• La cama, las almohadas y las sabanas tienen que ser cómodas y de tela suave. Si el cuerpo te duele al despertar o sientes molestias en el cuello, es necesario cambiar el colchón o las almohadas a unas que se ajusten mejor a tu cabeza.
• Usa la cama sólo para dormir, evitando por completo ponerte a leer en ella, escuchar música, navegar por Internet o ver el televisor. De esta manera se asocia la cama con las horas de descanso.
• Practica rutinas de ejercicio, ayudará a tu salud en general, a disminuir el estrés y a un mejor descanso. Lo recomendable es no hacerlo una o dos horas antes de ir a dormir.
• Realiza actividades que disminuyan el estrés y la ansiedad, por ejemplo el yoga, terapia floral, meditación, entre otros.
• Evita en la noche el consumo de bebidas o alimentos que contengan alcohol, cafeína o azúcar, debido a que alteran el sueño.
• No comas antes de acostarte o reduce la cantidad de alimentos en la cena, también es importante que no ingieras aquellos que puedan caerte muy pesados.
• Pasa la mayor parte del día al aire libre o bajo la luz solar indirecta, esto ayuda al cerebro a asociar la luz con estar despierto y la oscuridad con las horas de descanso.
• Toma algunos minutos antes de irte a acostar para relajarte, puedes leer un poco, escuchar música o tomar un baño caliente.
• Fija horarios para levantarte y para dormir, haciéndolo siempre a la misma hora que establezcas, incluso los fines de semana.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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